Lima, ene. 05. Del 5 al 15 de enero, personal del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja realizará una campaña para operar a niños y adolescentes con malformaciones congénitas a nivel de la columna, lo que les permitirá una mejor calidad de vida.
Se trata de la Segunda Jornada Quirúrgica de Espina Bífida y Médula Anclada, la cual se inicia con la evaluación de los casos. El doctor Fredy Osorio, jefe de la Sub Unidad de Neurocirugía de instituto, hizo un llamado a los padres de familia y personal de salud de diferentes regiones del país para que estén atentos a esta campaña.
Las intervenciones, a realizarse los días 25 y 29 de enero, serán cubiertas al cien por ciento para pacientes afiliados al Seguro Integral de Salud, y habrá un descuento especial en el caso de particulares.
El especialista afirmó que existen señales a nivel cutáneo que los padres pueden identificar en sus hijos apenas nacen, y que permitirían tratar a tiempo el mal, para evitar complicaciones como parálisis en las piernas, alteraciones urinarias (incontinencia urinaria) o intestinales, deformidades a nivel de las caderas y los pies.
Estas señales son: pequeños hoyos, orificios, manchas color rojizo y penachos de pelo en la parte baja de la espalda, asimetrías en los surcos interglúteos, tumoración, dolor y debilidad en miembros inferiores.
La espina bífida es una malformación que se produce entre los días 21 y 28 del primer mes de embarazo y se debe a una falla en el desarrollo de la médula espinal y de los huesos que la rodean (las vértebras) dejando un espacio abierto en la espina.
En algunos casos ocasiona que la médula espinal y las raíces nerviosas queden expuestas a nivel de la piel, lo que se denomina espina bífida abierta, la más severa es la mielomeningocele. Cuando están cubiertas de piel se llama espina bífida cerrada.
La médula anclada se observa frecuentemente en los pacientes con espina bífida. Se caracteriza por la implantación baja del cono medular, lo que impide que la médula espinal cumpla sus funciones. A medida que el niño va creciendo la médula espinal se estira aún más produciendo lesiones en la misma, lo que causa dolor y hasta problemas de movimiento en miembros inferiores.