“Esta madrugada (…) Lori Berenson fue expulsada a perpetuidad del territorio nacional (…). Finalmente se concretó la expulsión al ser conducida por efectivos policiales hacia el aeropuerto, donde pasada la medianoche abordó un vuelo comercial con destino a Estados Unidos”, dijo la Superintendencia Nacional de Migraciones en un comunicado.
La neoyorquina de 46 años llegó la noche del miércoles al aeropuerto internacional de Lima vistiendo una blusa color guinda, un pantalón negro, con su hijo de seis años en brazos y junto a su abogado y padre del menor, Aníbal Apari.
En su trayecto a la sala de embarque, algunas personas le gritaron “terruca” [terrorista], mientras ella caminaba raudamente en medio de un enjambre de cámaras. Viajaron Berenson y su hijo, con destino final a Nueva York, según información oficial.
La estadounidense pasó 15 años en prisión y cinco en libertad condicional por haber participado en un fallido plan terrorista de tomar por asalto el Congreso en 1995, no podrá volver a Perú según la legislación que prevé la expulsión de extranjeros incursos en delitos.
“Esta medida de expulsión es aplicada para extranjeros y una vez que salen nunca más pueden regresar al Perú de manera legal”, dijo el procurador para casos de terrorismo, Milko Ruiz.
Berenson, quien llegó al Perú en 1994 procedente de América Central, vivía en libertad vigilada desde noviembre de 2010 cuando solicitó una reducción de sentencia por buena conducta al cumplir tres cuartas partes de su condena. La justicia la dejó libre obligándola a permanecer en Perú cinco años hasta completar la sentencia.
Fue condenada en 1996 a perpetuidad por delito de terrorismo y traición a la patria por un tribunal militar sin rostro (jueces encapuchados), bajo el marco de severas leyes antiterroristas.
Ante una campaña internacional, sobre todo en su país, la Corte Interamericana de Derechos Humanos recomendó un nuevo juicio en 2002, en el que se revisó la condena y se le impusieron 20 años, contados desde 1995.
El MRTA fue derrotado y la mayoría de sus dirigentes murieron y su fundador, Víctor Polay, cumple condena a perpetuidad en Perú.