Pionero de la música electrónica Jean-Michel Jarre recupera su ADN
Publicado el 16/10/15
Nueva York, oct. 16. Cuando Jean-Michel Jarre ayudó a crear la música electrónica en los años ’70, su sonido fue revolucionario. Ahora que el género se ha normalizado y es parte de la cultura pop, Jarre busca rastrear esta evolución.
En un álbum que saldrá el viernes –primer material nuevo de Jarre en ocho años–, el artista francés convoca a colegas que considera claves en la música electrónica y los reúne en estudios donde pueden hacer alarde de sus estilos únicos.
“Electronica 1: The Time Machine”, que estará seguido por un volumen dos el año próximo, contiene composiciones de Jarre con artistas tan diversos como los trip-hop Massive Attack y Vince Clarke, la sensación del synth-pop Erasure, además de DJ Moby y Pete Townshend.
Jarre, deseoso de hablar filosóficamente sobre su música y actualizado en las últimas tendencias, se mofa de la noción de quesu álbum es simplemente un popurrí de celebridades, lo cual es actualmente la fórmula de la industria para lanzar pegajosos “singles”.
Con la mayoría de tales colaboraciones “uno envía un archivo a alguien que ni ha conocido y todo se hace de una manera completamente abstracta, a veces más por razones de mercadeo que por otro motivo”, dijo Jarre a la AFP durante una visita a Nueva York.
En cambio, para este proyecto -explicó- “nos basamos en la idea de viajar físicamente para conocer a la gente, para unir nuestros ADNs en los estudios, y no a través de representantes ni abogados”.
En lo que es una declaración metafórica de sus intenciones, Jarre tomó las huellas digitales de todoso sus colaboradores y las está fusionando con las propias en una serie de pinturas.
Jarre explicó que eligió para su álbum a artistas “que tienen un elemento atemporal, ese tipo de sonido orgánico que se reconoce instantáneamente”.
Jarre se convirtió en una sensación internacional con su álbum de 1976 “Oxygene”, que contenía seis pistas de sintetizador melódico grabadas en casa.
Pronto atrajo enormes multitudes a sus elaboradas actuaciones llenas de efectos de luz. Su concierto de 1997 para celebrar el 850 aniversario de Moscú atrajo a 3.5 millones de personas y fue transmitido en vivo en la estación espacial rusa.
A sus 67, Jarre ha pasado la mayor parte de las últimas cuatro décadas trabajando en solitario en su estudio en los suburbios de París, atiborrado de computadoras, teclados y otros instrumentos de su carrera, excepto su famosa “arpa láser”.
– La última canción de Tangerine Dream –
En el tema más importante del álbum, Jarre viaja a Austria para trabajar con Tangerine Dream, el grupo alemán también pionero de la música electrónica en los años ’70.
El líder de Tangerine Dream, Edgar Froese, murió en enero a los 70 años y su trabajo con Jarre es el último de su carrera.
El tema resultante, “Zero Gravity”, se remonta a los clásicos discos tanto de Tangerine Dream como de Jarre, con sus progresiones electrónicas estables que se transforman en “ambient”.
“Siempre me pareció que la música electrónica proviene de Alemania y Francia, pero que tenían distintos enfoques. Las bandas alemanas tenían un enfoque robótico y hacían como una apología de las máquinas”, dijo Jarre.
En cambio, según el artista, en Francia él tenía una perspectiva más “impresionista” de la música, que estaba inspirada en grandes clásicos como Ravel y Debussy.
También permitió que sus secuenciadores, que en su mayoría estaban programados a mano, sufrieran “sutiles accidentes”.
La inclusión de Townshend en el álbum puede parecer sorprensiva, pero Jarre adjudica a su banda The Who la integración de los sintetizadores y secuenciadores al rock. Su colaboración (titulada “Travelator, Parts 1, 2 and 3”) está diseñada como una mini ópera rock.
“Suns Have Gone”, la canción con Moby, se basa en un acorde menor repetido, un sonido característico del melancólico artista a quien Jarre llama afectuosamente “el Woody Allen del techno”.