El IPE calcula que se han retrasado Inversiones Mineras por unos US$ 21,500 millones desde el 2011, así golpeando la recaudación de impuestos, el empleo y, en general, el crecimiento económico.
Ya sea por conflictos sociales o trabas burocráticas, el Instituto Peruano de Economía (IPE) calcula que entre el 2010 y el 2014, se han retrasado inversiones mineras por más de US$ 21,500 millones, con una producción de cobre, oro, plata y molibdeno que sumarían US$ 14,900 millones a precios del 2007.
Los datos de la entidad fueron recaudados hasta abril de este año, por lo que consideran al proyecto minero Las Bambas con una inversión no realizada de US$ 1,505 millones. Ahora, la situación de este proyecto es distinta.
En términos de crecimiento, entre el 2008 y el 2014, el IPE estima que se habría perdido 16.7 puntos porcentuales de crecimiento del PBI, lo cual en promedio representa 2.2 puntos de crecimiento anual. Y desde la recaudación tributaria, se habrían dejado de percibir unos US$ 4,734 millones de impuestos; monto suficiente para cerrar las brechas de infraestructura en aeropuertos, salud y riego.
Las cifras se tornan más dramáticas si se estima el efecto total de la demora en la puesta en marcha de los proyectos. “Analizando la inversión y la producción mineras se estima que en los últimos siete años se habría perdido US$ 67,200 millones. La mayor parte de este impacto se observa entre el año 2011 y el 2014. En este periodo se habría perdido US$ 62,500 millones del PBI”, anota el IPE en su informe publicado en junio de este año.