“Los ministros de Defensa de la OTAN (…) tomarán una decisión para aumentar la potencia y la capacidad de la fuerza de intervención de la OTAN a entre 30.000 y 40.000 soldados, más del doble de su tamaño actual”, preció Stoltenberg, antes de una reunión prevista el miércoles y jueves en Bruselas, sede de la Alianza Atlántica.
En 2002 la alianza creó la Fuerza de Respuesta de la OTAN, dotada de 13.000 soldados, que tienen las función de intervenir en puntos de conflicto. Sin embargo, la crisis en Ucrania dejó en evidencia las debilidades de este comando al no movilizarse con la misma rapidez y eficiencia, en comparación a como lo hacía en el año de su creación, señaló Stoltenberg.
Por eso, en septiembre la Alianza creó una unidad de intervención de unos 5.000 soldados capaz de desplegarse en pocos días, y no meses, como suele ocurrir.
En este sentido, el secretario general indicó, además, que la OTAN acelerará también el proceso de toma de decisiones, que incluyen la creación de la unidad de logística dentro de la estructura de mando. Como resultado de las referidas mejoras el comandante supremo de la OTAN tendrá “una mayor responsabilidad en el despliegue” de fuerzas.
“Son decisiones importantes, parte de la adaptación de la OTAN a un nuevo contexto de seguridad”, explicó Stoltenberg.
El dirigente añadió que los aliados deberán cumplir además con los compromisos formulados en una cumbre en septiembre, para aumentar el gasto de defensa al equivalente de un 2% del PIB anual.
