Los hijos del mar dejaron la Costa Verde y en un reto de altura se presentaron en Jauja para desafiar las aguas de la Laguna de Paca en una destacada competencia entre los mejores nadadores de Lima y Huancayo.
El escenario de la competencia era imponente, el amanecer en Paca es un privilegio a los ojos de todo ser, el sol deja caer sus rayos en el espejo acuático mientras los nadadores alistan sus lentes oscuros de natación para orientar su mirada en este gran reto.
La Asociación Nautilus, organizadora del evento promueve la natación en aguas abiertas, deporte que se desarrolla en el mar, ríos, lagos, lagunas o cualquier escenario natural abierto. “La Laguna de Paca tiene todas las condiciones para convertirse en un centro de alto rendimiento para deportes acuáticos, aquí entrena la selección nacional de remo, además cada año se realiza una triatlón. Por la calidez de sus aguas, la tranquilidad de su entorno, el clima y la altura es el lugar perfecto para promover la natación en aguas abiertas” resaltó Marco Llanos, Presidente de Nautilus.
Seis horas separan a Lima de la Laguna de Paca, viajando por la carretera central y pasando las alturas de Ticlio para llegar a Jauja. De pronto, divisar el majestuoso espejo acorralado de montañas gigantes y verdes parajes te da la sensación de que hay momentos que no tienen precio, estar en Paca es un regalo y nadar en sus aguas es todo un privilegio.
Los mejores nadadores de Aguas Abiertas y algunos de los finalistas de la Travesía por la Ruta Olaya acudieron al llamado de Paca. “Hemos tenido la fortuna de tener al ganador de la “Ruta Olaya” Eduardo Collazos, también nos acompañaron integrantes de los clubes Terrazas, Regatas Lima, Tater Ledgar, Colegio Salesiano de Huancayo y Nautilus, queremos seguir creciendo y sentir que estamos contribuyendo con el deporte, promoviendo el turismo y haciendo felices a muchas personas, destacó Marco LLanos.
El deporte en la altura es reto que está en la mente, no es muy fácil desafiar la baja concentración de oxígeno que existe en lugares con más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, para los nadadores de elite llegar a estos lugares es romper con lo ya establecido en sus programas de entrenamiento y competencias y marcar la diferencia.
El momento previo se asemeja a la antesala de las grandes competencias como la Ruta Olaya o la Travesía San Lorenzo-La Punta, una mezcla de entusiasmo y nervios durante la charla técnica, el circuito se trazó para las dos distancias de 1,500 y 3,000 metros, los nadadores acomodan sus trajes de neopreno mientras cruzan miradas y saludos de buenos deseos.
De pronto se escucha por el altoparlante “Nadadores, ingresar a la laguna y tomar posiciones!” en cada nadador hay una estrategia y la visión de lo que quiere, invade el silencio, miradas fijas y concentración total.
El sonido de la sirena da inicio a la competencia, los nadadores parten con brazadas gigantes, Eduardo Collazos no da ventajas en este tipo de competencias, es seguido a corta distancia Javier Noriega de Regatas Lima y un pelotón de nadadores del colegio Salesiano, en los primeros 500 metros César Ramírez va quedando relegado pero su amplia experiencia le da chance para tomar ubicación en la segunda boya.
En los primeros 1,500 Javier Noriega busca tomar la delantera pero Collazos no le da respiro y continúa firme para los 3,000 mientras que en la distancia más corta César Ramírez da cuerda suelta a su buen ritmo y se hace ganador de los 1,500. En el resultado general Eduardo “Guayo” Collazos impone su primacía en los 3,000 y César Ramírez del Club Terrazas se hace de la victoria en los 1,500.
La premiación fue para todos los finalistas y además del reconocimiento a los ganadores de esta dura prueba, los aplausos fueron para Verónica Mendoza del Club Terrazas, la única mujer de la competencia y prueba de fuego para los alumnos y nadadores del Colegio Salesiano de Huancayo.