El FC Barcelona ha empatado el último partido de la Liga BBVA de la temporada 2014-15 contra un Deportivo de la Coruña que ha conseguido así mantener la categoría en la despedida de Xavi Hernández como jugador del Barça.
El partido comenzó con un Deportivo muy intenso pero con dominio del FC Barcelona. Toque y toque en el centro del campo que poco a poco fue encerrando al conjunto gallego. Mientras, cada toque de Xavi o Vermaelen significaban un aplauso en el Camp Nou.
Tras el primer córner del partido, a favor del Depor, el Barça salió a la contra con un pase en largo de Leo Messi a Mathieu, que centró al segundo palo para Pedro, pero Fabricio despejó, lo que el despeje lo atrapó Rafinha que, magistralmente, recortó y le puso en bandeja a Leo Messi el primer tanto del encuentro.
El Depor bajó la cabeza tras el primer gol del partido, ya que tanto Almería como Eibar comenzaron ganando sus encuentros, lo que les mandaba a Segunda División. El Barça, al contrario, seguía con la suya, buscando el segundo, y de no ser por el línea, hubiera subido por medio de Messi.
Fue Fabricio el que, doblemente, evitó que el Barça se escapara al detener un disparo a Messi y el rechace al que llegó Pedro. Y así terminaba la primera parte del encuentro: fútbol y gritos en favor de Xavi y Luis Enrique. Un solo pero, la lesión de Canella que obligó Sánchez del Amo a reestructurar como pudo a un Depor que decaía por momentos.
El comienzo de la segunda parte no fue muy diferente, el Barça dominaba sin problemas ni intensidad un encuentro en el que Xavi destacó en todos los aspectos: corrió, pasó, chutó, trianguló, dominó, controló y solo le faltó marcar, pero hizo todo el de Terrassa en su partido de despedida.
Al cuarto de hora de la segunda mitad, un error del Deportivo en el centro del campo facilitó un balón aéreo a Pedro que dejó en largo para Neymar, y solo el brasileño ante el portero, se la dejó a Messi para que hiciese el segundo del encuentro, el segundo en su cuenta particular.
El Deportivo estaba KO. La radio estaba haciendo mucho daño y el equipo, que venía de ganar en casa al Levante y con la ilusión de la permanencia, no estaba dando nada de sí. Hasta que Lucas aprovechó una jugada aislada para sacarse un zapatazo a la escuadra de Masip. Los aficionados gallegos coreaban el “sí se puede”.
De el gol de Lucas llegaron los mejores momentos del Deportivo de la Coruña. Sin mucha precisión, llegaron por ambas bandas y crearon problemas a la defensa culé hasta que una mano de Mathieu al borde del área supuso la falta que precedió al empate del Deportivo. El chut de libre directo se estrelló en la barrera, Medunjanin chutó el rechace pero se volvió a estrellar en el mogollón, pero Salomao sí tuvo la suerte necesaria para mandar el balón al fondo de la red.
El Depor lo tenía en su mano. El Camp Nou gritaba y coreaba el himno del Barça para animar a sus jugadores, para conseguir la victoria. Los futbolistas del Depor caían al suelo por dolencias musculares y el feudo culé les recriminaba su actuación.
El partido estaba acabado y llegó el momento. Luis Enrique decidió dar entrada a Andrés Iniesta. Xavi Hernández dejaba el terreno de juego. El Camp Nou en pie. Aplausos. Gritos de Xavi, Xavi. El de Terrassa se fue al centro del campo. Más aplausos. Y le dio el brazalete de capitán al manchego para el fin del encuentro y para toda la próxima temporada.
El Barça acabó empatando y el Depor se acabó salvando en un partido que será recordado en la historia por el adiós de un grande. El adiós de un futbolista que lo ha ganado todo. El adiós de un centrocampista que cambio el fútbol, la visión y el dominio. El adiós del cerebro del FC Barcelona durante 17 campañas.