USMP presenta obra sobre cómo los medios económicos tratan la información financiera en el Perú

El periodismo económico es una de las ramas de las comunicaciones que mayor incidencia social tiene en la vida diaria de las personas. Y en los últimos años, se ha podido observar un mayor interés por conocer términos y temas financieros que puedan afectar o beneficiar de alguna forma su estabilidad. Esta preocupación actual se ve reflejada en la obra “Periodismo financiero en el Perú” del periodista Rafael Robles Olivos, publicación promovida por el Instituto de Investigación de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Martín de Porres.

El libro analiza cómo los medios especializados en el tema tratan y brindan la información económica a un sector de la sociedad en busca de cuidar la rentabilidad de su hogar. Y el autor cita en su libro que “este tipo de noticias no pueden quedarse en simples reseñas, sino en consejos prácticos para que las personas puedan tomar decisiones sobre inversión y ahorro; como un periodismo de servicio”.

Es importante para ello, señala Robles, conocer tres etapas en la producción de material periodístico financiero. Así tenemos: a) Identificar recursos, determinar cuáles serán las fuentes a consultar y qué sectores se verán beneficiados o perjudicados, b) Fijar objetivos, tener un propósito claro y específico al momento de realizar la investigación, y c) Determinar quiénes serán los lectores, solo así el redactor podrá adecuar el nivel de lectura pertinente para su público, así como destacar sus puntos de interés.

Robles señala que su investigación, además, analiza dos factores de mucha importancia que colindan con la ética y objetividad periodística económica como lo son la precisión y la presión de grupos económicos externos. El periodismo financiero es una ciencia que no admite equivocación, por ello es fundamental que al colocar una cifra se cite a la fuente para darle mayor veracidad y exactitud a la noticia. Por otro lado, explica, existe el riesgo de manipulación o presión externa por grupos influyentes, y es aquí donde el periodista debe comprender la incidencia social que tiene la información en la vida diaria de las personas.