“A pesar que diversos estudios han demostrado que las personas afectadas con diabetes tienen 25 veces más probabilidad de padecer retinopatía diabética, los pacientes no acuden al oftalmólogo para descartar este trastorno ocular”, manifestó la directora del INO, Betty Campos Dávila.
La oftalmóloga recalcó que es posible que los afectados no evidencien síntomas previos, dolor ni pérdida de la visión, pero a medida que la enfermedad avanza se producen cuadros graves y otras complicaciones que conducen a una pérdida de la visión muy importante.
Campos Dávila, indicó que la retinopatía diabética es una de las principales complicaciones oftalmológicas que se presentan entre los pacientes que asisten al servicio de Retina y Vítreo del INO y que además estos presentan problemas de glaucoma, cataratas y hemorragias intraoculares.
“Son pocos los casos en los que la visión mejora significativamente cuando se presenta la retinopatía diabética en estado avanzado, por lo que el tratamiento ideal es la prevención, siendo el factor más importante el control adecuado del nivel de glucosa en la sangre”, aseguró la directora del INO.
Asimismo, explicó que en la mayoría de los casos el tratamiento está encaminado a detener el progreso de la enfermedad. En estados iniciales puede utilizarse la fotocoagulación con láser de argón y en estados más avanzados se requiere de cirugías como la vitrectomía para solucionar hemorragias vítreas o desprendimientos de retina.
La consulta oftalmológica debe incluir el examen de fondo de ojos con dilatación pupilar en el cual se evalúa el riesgo de pérdida de la visión, además de indicar la forma adecuada de tratamiento y estimar el estado vascular de los otros órganos.