por Marta Robles
Por lo general, el gato que es expuesto ante su propia imagen, o la de otros, en un espejo reaccionará con total indiferencia. No por cuestión de falta de inteligencia o conciencia de unos mismo sino porque los gatos utilizan más el sentido del olor a la hora de identificar a otro ser vivo que otra cosa.
De todas maneras, sí que vemos que algunos de estos felinos muestran algún tipo de comportamiento cuando se ven frente al espejo. Y gracias a internet tenemos la prueba para difundirla.
Por tanto, cuando son expuestos a esta situación, pueden pasar tres cosas:
1- Que ignoren el contenido gráfico del espejo. Y las razones son las anteriormente expuestas.
2- Que muestren agresividad. Ciertas especies consideran una amenaza el contacto visual directo con otros animales.
3- Que sí que se reconozcan o que no lo tomen como una amenaza (al estar acostumbrados a estar con otros seres vivos). En este punto podemos observar como intentaran incluso mirar detrás del espejo para ver si está realmente ahí la imagen que se les muestra en él, o que comiencen a hacer gestos y movimientos curiosos.
Ahora bien, el gato nunca tendrá la concepción de espejo que tenemos los humanos porque no racionaliza las cosas del mismo modo. Pero si nos ponemos con él frente al espejo, hablamos, etc, puede llegar a reconocer que el que está en el reflejo somos nosotros, y sabe que nosotros solo somos uno. Por lo que puede llegar a “comprender” que somos nosotros mismos y él, solo en formato de imagen.
Fuente: La Nube