La estabilidad jurídica ha sido un factor esencial para impulsar la inversión en el país, lo que ha permitido el crecimiento económico de los últimos años.
En este marco, la certeza de que los contratos y acuerdos van a ser respetados y respaldados por el Estado ha sido determinante.
Sin embargo, el escenario actual pone a prueba no solo el respeto por los principios de estabilidad jurídica, de legalidad y de autoridad, sino también la firmeza del Estado peruano para cumplirlos y hacer prevalecer el Estado de derecho.
Es imposible aspirar a ser un país desarrollado si no se garantiza el Estado de derecho. En ese sentido, le corresponde al gobierno mantenerse firme y garantizar la inversión para lograr la estabilidad que asegure el desarrollo del Perú.