Cuesta creer que esa dulce niña, de mirada inocente, se haya convertido en la severa y temperamental Abby Lee Miller que conocemos hoy, ¿verdad? El exclusivo canal de entretenimiento, Lifetime, nos revela a qué se debe la personalidad de la tan amada y temida coreógrafa.
Pues, todo tiene una explicación: Su primera instructora de baile, Maryen Lorrian quien casualmente es su madre, tenía un estilo de enseñanza relajado y sin presiones, ¡nada que ver con Abby! De hecho, Maryen nunca le impuso a su hija que debía convertirse en bailarina.
De todas maneras, la pequeña Lee Miller descubrió que la danza era su pasión. Pero no contaba con ninguna “Abby” lanzándole miradas severas ante las primeras lágrimas luego de un tropezón. Entonces, tuvo que construir su propio camino, ganar fortaleza, disciplina, y endurecer su coraza para sobrevivir en el competitivo medio.
Está claro que su exigencia con las niñas proviene de una auto exigencia: abrió su primer estudio de danza a los 14 años. Y según dice en su libro “Everything I Learned About Life, I Learned in Dance Class”: Todo lo que aprendí sobre la vida, lo aprendí en las clases de danza; su dureza y agresividad con sus alumnas es una manera de prepararlas para enfrentarse al mundo real. Más que un suplicio, un beneficio del que la pequeña Abby no pudo disfrutar.
Ahora ya saben cómo era Abby de pequeña; no dejen de verla en: Dance Moms, Abby al rescate y La Gran Competencia; sólo por Lifetime.