Argentina quedó sacudida por la muerte de un disparo de Alberto Nisman, el fiscal que cuatro días antes acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de “encubrir” a Irán en la causa por el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires.
Los resultados preliminares de la autopsia apuntaron a la hipótesis de un suicidio, informó un comunicado de la Fiscalía, al precisar que “no hubo intervención de terceras personas”, cuando Argentina se despertaba conmocionada por esta noticia.
Sin carta
La fiscal que lleva el caso, Viviana Fein, pidió “prudencia”, pero antes aclaró que el fiscal murió por un solo disparo de un arma calibre 22, sin dejar cartas ni testigos del suceso.
El fallecimiento se anunció el mismo día en que Nisman debía comparecer ante el Congreso para explicar su denuncia contra Fernández y el canciller Héctor Timerman.
“El disparo fue en la sien derecha”, reveló la autopsia.
Poco después del hallazgo del cadáver, Fernández ordenó desclasificar información de inteligencia relacionada con la investigación del atentado solicitada por el fiscal la semana pasada.