El músico e investigador de lo afro, Rafael Santa Cruz. Días después, con 91 años a cuestas, nos dejó doña Victoria Santa Cruz, matriarca de ese linaje de intelectuales que –como su hermano Nicomedes o su propio sobrino Rafael–, se dedicaron a enseñarle al Perú lo hermoso y valioso de “lo negro”. Victoria fue una notable investigadora, coreógrafa, compositora y maestra (reconocida internacionalmente). Dedicó su vida a reivindicar la cultura afroperuana, a denunciar creativamente y sin confrontación el racismo que impera en los sectores más retrógrados de nuestra sociedad y a tratar de conectarnos con nuestro propio ritmo interior, tan desacompasado de la realidad que nos rodea y de los latidos de la naturaleza.
Conocido como ‘La primera guitarra del Perú Óscar Avilés falleció el 5 de abril tras complicaciones cardiacas. Tenía 90 años. El político de izquierdas Henry Pease, cuya firma lleva la Constitución del 93, es decir la base de nuestros grandes logros económicos de las últimas décadas; así como el batallador periodista Enrique Zileri, director de la emblemática revista Caretas, creada por la legendaria Doris Gibson (su madre), fueron otras partidas que nos enlutaron.
Y la semana pasada nos dejó Felipe Osterling Parodi. Jurista notable, político intachable, padre de nuestro actual código civil, el mayor experto en contratos y obligaciones, y quien jugó un papel fundamental en encontrar el mecanismo legal para el pronto retorno de los medios a sus propietarios, tras el retorno a la democracia en 1980, con Fernando Belaunde.
Resaltamos aquí, también, la vida y la creación, como el éxito y reconocimientos logrados en la gira europea del notable violinista Andrés ‘Chimango’ Lares y sus Danzantes de Tijeras, pese a la negativa de la señora Diana Álvarez Calderón, Ministra de (in) Cultura, de apoyarlos.
En estas páginas difundimos imágenes de la nueva muestra de la artista plástica María Gracia de Losada (Londres, 1962) quien nos sorprende con “Un país de gente dura”. Son treinta dibujos en tinta, con “la pluma clásica, la vieja, con la que se puede ejercer presión en el papel o levantarla ligeramente, transparentando la línea y encontrando la luz de tanto darle a la oscuridad”. De Losada vuelca su sentimiento por nuestro país, o más bien por los muchos países, visiones y divisiones que en él habitan: La serie “Un país de gente dura” se detiene en la preocupación de la artista “por nuestro incierto presente y futuro, un debate entre el cinismo y la esperanza, como dice Viviano Huamancha: ‘No sabemos lo que sucederá’”.