Lunes, 23 de Diciembre del 2024
Sporting Cristal ganaba 2-0 y dominaba el partido hasta el 88 minutos, pero nadie se acordará de eso. En solo 5 minutos Juan Aurich reveló todo su poder, capacidad, precisión, cabeza fría. En resumen, todas las virtudes de un aspirante a campeón.
Ya nadie se acordará de los 2 goles de Irven Ávila. Christian Ramos descontó a 5’ del final y Germán Pacheco marcó el empate en la última jugada. De eso hablan todos ahora. Es una final, lo que vale es el marcador, la última imagen. Y en esa los jugadores chiclayanos son los que aparecen celebrando.
Hasta ese minuto 88, la foto de portada estaba decidida: el ‘Cholito’ en la celebración de uno de sus dos goles. Irven Ávila marcó de cabeza a los 25’ y xon un buen remate a los 37’ aprovechó una mala marca de Balbuena, encaró a Erick Delgado y metió la pelota entre sus piernas. Fue la consecuencia de un dominio tan aplastante.
Sporting Cristal comenzó a relajarse. Jugaban en primera, a los tacos, los lujos. Sergio Blanco incluso arruinó una jugada de gol solo frente al arco. Fue entonces cuando en Juan Aurich sospecharon que la suerte estaba de su lado.
El segundo aviso lo dio Christian Ramos con su gol. Quedaba poco tiempo, pero 5 minutos en una final no es poca cosa. Sporting Cristal retrocedió y pasaron del felicidad al descontrol en segundos. En la última jugada del partido se olvidaron de la marcar al que más tenían que marcar: Germán Pacheco. El argentino recibió la pelota en medio del área, se acomodó y fulminó a Diego Penny. En Sporting Cristal no debieron permitir lo primero, mucho menos todo lo demás.
La vida cambia rápido, las victorias que parecen seguras a veces no lo son tanto y hay empates que valen como un triunfo. El la segunda final se verá quién aprendió la lección que la vida dio hoy a ambos.
