Jueves, 7 de Noviembre del 2024
Más de 800 familias afectadas por las heladas ocurridas en agosto de 2013 en la provincia de Carabaya (Puno), cuentan ya con 17 cobertizos integrales para la protección de camélidos, más de 16,000 alpacas dosificadas, 34 reproductores de alto valor genético y 80 hectáreas instaladas de avena forrajera resistente a dicho fenómeno meteorológico. El año pasado, las bajas temperaturas registradas en la región Puno dejaron como saldo más de 4,000 familias damnificadas y cerca de 2,400 alpacas muertas.
La recuperación frente a la emergencia y el fortalecimiento de la capacidad de las comunidades para enfrentar el cambio climático ha sido posible gracias al trabajo concertado de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con el Gobierno Regional de Puno, diversas instancias del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), y las municipalidades distritales de Ituata, Macusani, Coasa y Crucero.
En el acto de entrega de cobertizos y reproductores, que se llevó a cabo esta semana en el distrito de Ituata, el representante de la FAO en Perú, John Francis Preissing, enfatizó “la importancia de esta acción concertada, a la luz de los resultados de la Vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20), pues se hace evidente la necesidad de abordar no sólo acciones de reducción de emisiones, sino también otras que promuevan la adaptación de las poblaciones más vulnerables a los efectos del cambio y variabilidad climática”.
Rómulo Ramos Vera, jefe de Desarrollo Agropecuario de la Municipalidad de Ituata, resaltó “el trabajo concertado entre todos los actores, que es lo más importante y que va a permitir que este proyecto tenga continuidad. Como capital alpaquera del Perú y del mundo, este trabajo nos compete a todos los municipios que estamos involucrados en el mejoramiento genético de la alpaca y en mejorar las capacidades para enfrentarnos al friaje, la nevada, el viento, la granizada y la helada”, manifestó.
Con el apoyo técnico de la FAO, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), los pobladores de los distritos de Ituata, Macusani, Coasa y Crucero constituyeron 18 Comités Locales de Gestión de Riesgos para hacer frente a la emergencia, reforzar mecanismos de alerta temprana y diseñar planes de adaptación al cambio climático a mediano y largo plazo.
Los líderes de cada comité fueron capacitados por el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), para emprender campañas sanitarias comunitarias que aseguren la revitalización de las alpacas y permitan garantizar la salud de los animales en todas las épocas del año.
“Además de que hemos recibido capacitaciones, tenemos botiquines veterinarios en todas las comunidades y hemos aprendido a reforzar la salud de nuestras alpacas, preparando pastos y forrajes especiales para climas extremos. Hemos quedado listos para enfrentarnos al frío”, sostuvo Porfirio Lores Ramos, promotor pecuario de la comunidad de Usicayos.
También la FAO ha dotado a las comunidades con infraestructura integrada, especialmente reforzada para soportar eventos climáticos, y reproductores de alto valor genético para reponer los hatos perdidos y mejorar los índices productivos de las pequeñas explotaciones. La FAO otorga especial importancia al rol que tienen los camélidos sudamericanos en la seguridad alimentaria de las familias agricultoras que habitan las zonas altoandinas más inhóspitas y con las condiciones climáticas y topográficas más extremas.
En ese sentido, está apoyando también un proyecto de mejoramiento genético de llamas en comunidades de las regiones Junín y Pasco, en asociación con la Universidad Nacional Agraria de la Molina (UNALM) y el INIA. Dicha iniciativa contempla el mejoramiento de capacidades y la promoción de políticas públicas para la conservación y uso sostenible de las llamas, cuya crianza es sustento alimenticio, económico y de tracción animal. Su manejo genético permite la producción de animales de alto valor genético, con mayor rendimiento y productividad.
BIZUSAPERU
