La Primera Dama de la Nación, Nadine Heredia Alarcón, en su calidad de embajadora especial de la quinua para el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF 2014), pidió promover un sistema de comercio multilateral que, además de universal, “sea abierto, no discriminatorio y equitativo”. Este comercio debe poner en el centro de su preocupación a las personas, su salud, su derecho a la alimentación y a la vida plena, sin utilizar los alimentos como un instrumento de presión política o económica, añadió.
También solicitó el reconocimiento a las tradiciones y hábitos alimenticios de Perú, con miras a apoyarlos y garantizar la diversidad genética de las semillas y el mantenimiento de conocimientos tradicionales. Durante su discurso en la II Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), que realizan la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Roma, dijo que esto permitirá garantizar el derecho a la alimentación de las futuras generaciones.
“Apoyar desde los gobiernos a las familias y sobre todo a las mujeres agricultoras, es una forma concreta de trabajar para garantizar la diversidad genética de las semillas y el mantenimiento de los conocimientos tradicionales, sin dejar de aprovechar los nuevos conocimientos que nos brinda la biotecnología. Exigimos respeto y reconocimiento a las tradiciones y hábitos de nuestras culturas originarias”, afirmó.
Heredia Alarcón explicó: “Hoy, más que nunca, necesitamos volver la mirada a quienes silenciosamente han venido proporcionando alimento al mundo, cuidando con cariño nuestra valiosa biodiversidad. Paradójicamente, son ellos quienes muchas veces se encuentran en los primeros puestos de la desnutrición y la pobreza”. “Las familias agricultoras, guardianas de cultivos ancestrales como la quinua, y de técnicas seculares como la andenería de los incas, tienen en sus manos la protección de la gran despensa de la biodiversidad alimenticia del planeta. Pero su trabajo no es fácil”, refirió.
Manifestó que las actividades extractivas, la voracidad de la tala y la minería ilegal, el tráfico ilegal internacional de germoplasma, los coloca en situación de vulnerabilidad, “y pone en riesgo la disposición de alimentos frescos para los mercados locales”. “Hoy en el mundo conviven el hambre y la desnutrición con la obesidad y el sobrepeso, nuevos males asociados a la malnutrición. Todo ello como expresión de un sistema que privilegia el lucro, el consumismo desenfrenado y el individualismo, por encima del bienestar, el bien común y la salud de las personas”, añadió.
En otro momento, Nadine Heredia instó a los países del mundo a que se limite la ingesta de la comida chatarra y educar a las nuevas generaciones en el consumo responsable de alimentos. “Urge en nuestras sociedades limitar el consumo de comida chatarra y educar a las nuevas generaciones para un consumo responsable, avalado por una legislación que ponga por delante la vida y la salud de las personas”, afirmó.
Existe, prosiguió, una tarea pendiente en el campo educativo, destinado a promover hábitos saludables de alimentación, pues los niños y jóvenes “están expuestos a una avalancha publicitaria que esconde el uso de ingredientes artificiales en proporciones que resultan dañinas para su salud, como azúcares y grasas trans”. En ese sentido, sostuvo que de poco serviría salvaguardar nuestra biodiversidad, promover la producción de alimentos frescos y saludables, si a la par nuestros Estados “no procuran crear conciencia sobre prácticas de alimentación saludable y no protegen normativamente a su población del gran negocio de la alimentación empaquetada”.
Por último, expresó su respaldo a la declaración política y al marco de acción que se aprobarán en esta Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición y a las importantes medidas planteadas. Dijo que se trata de un trabajo “de largo aliento”, que compromete a los Estados, a la sociedad civil, al empresariado y la cooperación, en un impulso adicional para la consecución de las metas. “Sin olvidar que detrás de esas metas, de esos números, hay rostros e historias”, comentó.
“Es preciso recordar que en los últimos tramos de las frías estadísticas se encuentran los que viven más alejados, los indígenas, los que tienen menor información, menor acceso a los recursos y servicios de sus Estados. Hay que evitar por todos los medios que la cultura del descarte los considere un porcentaje improbable de atender. A ellos les debemos nuestro mejor esfuerzo”, agregó. Nadine Heredia intervino en el segmento especial de la CIN2, junto con su santidad el papa Francisco, la reina de España, la copresidenta de la fundación Bill y Melinda Gates, el primer ministro de Bangladesh, el primer ministro de Emiratos Árabes Unidos y la princesa de Marruecos.