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Fiesta de la Candelaria a un paso de ser Patrimonio de la Humanidad

Publicado el 26/11/14

París, nov. 26. Perú y Bolivia pusieron fin hoy a una querella sobre el reconocimiento por la Unesco de las fiestas peruanas de la Virgen de la Candelaria impugnadas como propias por La Paz y el organismo mundial accedió a aprobar solicitudes de ambos países a integrar el patrimonio de la humanidad.

El comité intergubernamental de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco anunció hoy la inscripción en su “lista representativa” de la solicitud de Bolivia sobre las celebraciones del Pujllay y Ayrichi de la cultura yampara de Chuquisaca, informó la agencia AFP.

Fuentes de la Unesco adelantaron que la candidatura de Perú sobre la fiesta de la Virgen de la Candelaria de Puno se aprobará a más tardar el jueves, agregó la agencia de noticias.

El miércoles, Bolivia y Perú acordaron una declaración conjunta. “La ancestral e histórica cooperación que existe entre nuestros países y pueblos nos compromete a trabajar en la investigación, salvaguardia y promoción conjunta de nuestro patrimonio”, proclama el documento.

 Tras la presentación de la solicitud peruana de reconocimiento de la Fiesta de la Virgen de la Candelaria, Bolivia había elevado a la Unesco una reclamación oficial contra Lima, por considerar que se trataba de tradiciones bolivianas.

Realizadas cada año en febrero, las fiestas que atraen a miles de turistas incluyen procesiones en las calles de la ciudad de Puno, concursos de danza, misas y festejos.

La reacción de protesta del gobierno de Evo Morales ocurrió a raíz de un video de promoción peruano que mostró danzas tradicionales que según los bolivianos solo comenzaron a bailarse en las fiestas de Puno a partir de 1968.

Según La Paz, las danzas presentadas en el video como peruanas se bailan desde hace más de un siglo en el Carnaval de Oruro, ancestral celebración pagana reconocida en 2001 por la Unesco como patrimonio de la humanidad.

La querella alimentó protestas en ambos países y Evo Morales despachó a París a su ministro de Culturas, Pablo Groux, al frente de una delegación oficial encargada de defender la causa boliviana ante el comité de la Unesco.

Bolivia llegó a amenazar con retirarse de la Unesco y una organización boliviana de defensa del folclor convocó a actos de protesta en cinco ciudades andinas del país y en varios países donde hay fuerte migración boliviana como Argentina, España y Estados Unidos.

 Rivalidades y nacionalismos

Finalmente, los representantes de Perú y Bolivia enterraron la controversia en París al reconocer en su declaración común que “la inscripción en la Lista Representativa no implica exclusividad” y que “las danzas, música y vestuarios del pueblo de Puno son acompañadas por las danzas, música y vestuarios del pueblo de Bolivia”.

Tras la aprobación por el comité de la Unesco, que este miércoles se daba por descontada en la sede del organismo en París, las fiestas de la Candelaria pasan a ser reconocidas como patrimonio de la humanidad. Horas antes, el mismo comité había admitido en la codiciada lista al Pujllay y el Ayarichi, formas musicales y coreográficas de la cultura boliviana yampara.

El Pujllay se ejecuta en un ritual que celebra la renovación de la vida y la abundancia en la época de las lluvias, mientras que el Ayarichi se realiza en la temporada seca durante fiestas dedicadas a diversos santos católicos.

“Estas prácticas culturales representan la memoria colectiva y constituyen un medio privilegiado de comunicación con la naturaleza”, señaló la Unesco en un comunicado.

El miércoles la Unesco anunció además la admisión en la lista de la capoeira brasileña, una mezcla de danza y arte marcial heredada de los esclavos y del “baile chino”, danza practicada en ceremonias católicas populares en Chile.

No es infrecuente que solicitudes de reconocimiento ante la Unesco despierten rivalidades nacionalistas y generen controversias entre los países.

 Hay casos en que aunque no genere ese tipo de controversia la candidatura de un país es rechazada por falta de méritos o porque el expediente no está completo. Ello casi sucede este año con la aspiración de Argentina a que se admita como patrimonio cultural inmaterial a la cultura de los “rituales, prácticas y relaciones sociales” de los cafés y bares de Buenos Aires.

Para evitar un rechazo por el comité, el gobierno argentino retiró la semana pasada su candidatura pero podría volver a presentarla y no se descarta una solicitud común con Uruguay, país vecino con el cual comparte patrimonio cultural. “Las candidaturas conjuntas de países reunidos en la preservación de un patrimonio común son bien vistas en la Unesco”, comentó una fuente del organismo.



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