El primer gol de Didier Drogba para el Chelsea FC desde el que marcó de penalti en la final de la UEFA Champions League de 2012 fue el momento álgido de la goleada de los londinenses en Stamford Bridge.
Drogba entró en el minuto 16 tras lesionarse Loïc Rémy después de marcar, y el marfileño hizo el segundo de penalti. John Terry hizo el 3-0 a la media hora y un gol en propia puerta y dos tantos de Eden Hazard en los últimos instantes pusieron el 6-0 final ante un NK Maribor que no había perdido hasta este martes en el Grupo G.
José Mourinho permitió debutar al defensor Kurt Zouma y colocó a Petr Čech bajo palos, aunque no fueron los jugadores con más trabajo esta noche. Como se esperaba, el campeón esloveno se encerró durante gran parte del partido. Pero pronto encajarían el primer gol obra de Rémy. El francés demostró su colmillo en el minuto 13 tras un pase de Terry al espacio.
El segundo gol del francés en el Chelsea, sin embargo, le provocó una pequeña lesión que hizo que tuviera que salir Drogba en su lugar. Una mano en el área de Aleš Mertelj dio rápido una ocasión para marcar al marfileño y éste abrió su cuenta goleadora en su segunda etapa en el Chelsea de penalti, dando continuidad a la histórica noche de Múnich de hace dos años.
Drogba despejó luego un córner del Maribor. El balón llegó a Hazard y este se deshizo de la defensa visitante del primero al último hombre. Cesc Fàbregas puso el detalle final colgando el balón para que marcase Terry. Pero el partido estaba lejos de terminar.
Branislav Ivanović debería haber hecho el cuarto cerca del descanso, pero Jasmin Handanovič tuvo un par de intervenciones de mérito. Al principio de la segunda parte un desafortunado Mitja Viler vio como un rebote tras un disparo de Hazard se introducía en su propia portería. Luego un penalti sobre Ivanović fue aprovechado por Hazard, que le demostró a Ibraimi tras fallar éste un pena máxima, como se lanza con efectividad desde los once metros.
Pero el Chelsea no se rindió ahí, y Hazard hizo el tanto definitivo al controlar con calidad un balón largo de Nathan Aké. El jugador de 19 años terminó el partido junto a otro debutante, Dominic Solake, este de 17 años. Fue una noche para celebrar en el Chelsea, tanto para los más jóvenes como para los más veteranos.