Miles de imágenes de viajes en Instagram, las primeras fotografías de un suceso en Twitter o nuevos medios que recogen el contenido de otros. Internet es un océano de retos para los derechos de autor que en los usuarios deja una gran interrogante: ¿De quién es esto ahora que lo he subido a la red? La reciente batalla legal entre Wikipedia y el fotógrafo David Slater por una autofoto de un mono y los montajes crueles que recibió la hija de Robin Williams con contenido de sus redes sociales cuando murió el actor, han vuelto a abrir el debate sobre dónde están los límites en internet .