Madrid, ago. 12. El religioso español Miguel Pajares murió hoy en el hospital Carlos III de Madrid, tras haber sido repatriado de Liberia infectado con el virus del Ébola.
Desde el pasado jueves Pajares estaba ingresado en ese centro médico y recibía el suero experimental ZMapp suministrado por una empresa estadounidense.
Se trata de la primera víctima en Europa, después de haberse contagiado de la mortal enfermedad en Monrovia. El ébola ha cobrado más de mil víctimas en varios países africanos y ha infectado a casi mil.
Pajares fue evacuado de Liberia junto con la religiosa Juliana Bonohá, quien se encuentra en observación en el mismo hospital, aunque los primeros exámenes arrojaron que no se encuentra infectada del virus.
La repatriación del religioso enfermo desde Liberia desató una polémica en España, enfrentada a una ola de inmigración irregular por tierra y mar, que ha llevado a las autoridades reforzar la atención al virus del Ébola.
Unos 300 inmigrantes africanos arribaron el lunes a territorio español en embarcaciones rústicas y balsas de plástico, mientras hoy otras 300 personas asaltaron la valla fronteriza de Melilla, ciudad española en África, y unas dos decenas lograron ingresar.
La Dirección General de la Policía convocó a varias dependencias de ese territorio para actualizar las medidas aplicables ante un posible contagio del virus, dijo a Radio Melilla el inspector, Serafín Giraldo, reseñó Prensa Latina.
La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad Pública de Madrid, por su parte, calificó de irresponsable la repatriación de un sacerdote contagiado por el virus del Ébola y estimó que lo lógico hubiera sido enviar a la zona ayuda humanitaria.
Según esa valoración, el traslado del enfermo evidenció también la insensatez del cierre reciente de instalaciones para alertas de pandemias en el Hospital Carlos III, a partir del principio de atender en la sanidad pública a enfermos que el sector privado considera no rentables.
Reportes de medios locales indicaron que el Ministerio de Sanidad activó un protocolo en los aeropuertos españoles ante la posibilidad de ingreso de personas contagiadas.