Lima, ago. 19. Hace algo más de un año, Eduardo Tokeshi comenzó una rutina. Mientras desayunaba en una cafetería miraflorina, hacía dibujos sin ningún plan premeditado. Poco a poco, adoptó como disciplina hacer un par de bocetos diarios.
Estos trabajos llenaron las páginas de varios cuadernos, que a la postre serían el embrión de su nueva muestra, El pequeño Hokusai (y otras historias), que se inaugurará mañana en la galería Forum de Miraflores (Av.Larco 1140).
Tokeshi indicó al Diario Oficial El Peruano que aunque antes de empezar a trabajar tiene una idea de lo que va a hacer, lo que más le gusta de su oficio es sorprenderse de los caminos que sigue sin proponérselo.
Las obras que presentará mañana no son la excepción.
Indicó que desea que el espectador vaya intuyendo qué historias encierran las piezas que exhibe ahora. Las imágenes hacen referencia al mundo infantil y a lo onírico, tan apreciado por Tokeshi en su obra, pero que pueden ser interpretadas de distintas formas.
El creador resaltó que es su regreso al al dibujo después de algún tiempo, género que es un mundo en sí mismo.
“Se dice que el dibujo es la base de todo, pero a veces lo es todo”, refirió a la vez que confesaba que ha sido casi como volver a aprender a hacer trazos de nuevo.
Otra clave para entender esta exhibición es la mezcla que hace de diferentes referentes. Por ejemplo, en el nombre de su muestra hace referencia a Katsushika Hokusai, grabador japonés clásico de hace un par de siglos.
Pero a la vez, Tokeshi reactualiza en algunas piezas los tradicionales retablos ayacuchanos.
En su reinterpretación de los también llamados cajón de San Marcos, cuelga varias capas superpuestas de dibujos recortados dentro de una caja de madera.
El resultado es que no todas se pueden apreciar de forma completa, tal como sucede, según el artista, con los personajes secundarios de una novela.
También destaca la variedad de registros. Desde pinturas en formato circular de distintos tamaños hasta pequeñas piezas de personajes creados por la imaginación de Tokeshi.
Asimismo, va de un registro colorido, en el que predomina el rojo, hasta un tradicional blanco y negro.