Gaza, jul. 10. La aviación israelí proseguía hoy por tercer día su ofensiva aérea en Gaza, que dejó hasta ahora 76 muertos palestinos, horas antes de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la escalada entre Israel y el movimiento islamista Hamás que gobierna ese territorio.
El ejército israelí anunció haber atacado durante la noche 300 objetivos, con lo que en poco más de 48 horas ha atacado 750 blancos en la franja de Gaza. Es la mayor operación en este territorio desde noviembre de 2012.
Desde la medianoche (21H00 GMT) han muerto en los ataques 25 palestinos, entre ellos cinco niños. Del lado israelí no ha habido ningún muerto desde que comenzó la operación.
Desoyendo los llamamientos internacionales a un alto el fuego, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha comprometido a endurecer la campaña contra Hamas, que ha replicado con una lluvia de cohetes contra el centro de Israel, obligando a los habitantes de Jerusalén, Tel Aviv y Haifa a correr a los refugios.
La violencia ha vaciado las calles de Gaza y Tel Aviv, donde la población, temerosa, se pregunta dónde caerá el siguiente cohete o misil.
En el paseo marítimo de Tel Aviv, de costumbre abarrotado en verano, las terrazas estaban vacías, informó la Agencia France Presse.
En los cafés de Gaza, el panorama es mucho más oscuro. La madrugada de este jueves, ocho personas murieron y 15 resultaron heridas en un ataque aéreo contra un café de Jan Yunis (sur) al que la gente había ido a ver la semifinal del Mundial de Fútbol entre Argentina y Holanda.
Israel ha confirmado por boca de varios dirigentes que está poniendo a punto una posible intervención terrestre. Desde hace unos días decenas de tanques están concentrados junto a la frontera de Gaza.
“Si continúa el fuego [de cohetes], no descartamos una incursión terrestre”, dijo el presidente de Israel, Shimon Peres, al canal CNN el miércoles, advirtiendo que eso podría suceder “muy pronto”.
El gobierno israelí ha autorizado la movilización de 40.000 reservistas por si decide lanzar la operación terrestre.
“Gaza está al borde del precipicio. El deterioro de la situación está llevando a una espiral que podría escapar al control de todos muy rápidamente”, advirtió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, antes de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a las 14H00 GMT.
“El riesgo de que la violencia se extienda más es real. Gaza, y la región en su conjunto, no pueden permitirse otra guerra total”, dijo Ban Ki-moon.
El secretario general de la ONU habló con Netanyahu y le pidió máxima contención, aunque admitió que los ataques con cohetes desde Gaza son “inaceptables y deben cesar”.
Para atender a los heridos de Gaza, Egipto abrió el paso fronterizo de Rafah, y puso en alerta a los hospitales de la zona, según la agencia oficial egipcia Mena.
La campaña israelí ha sido de momento incapaz de detener el goteo de cohetes disparados desde la franja de Gaza. El miércoles cayeron en Israel 82, y otros 21 fueron interceptados por el sistema antimisiles “Cúpula de Hierro” (“Iron Dome”). Este jueves por la mañana cayeron otros 15, y siete más fueron interceptados.
Los analistas apuntan que con estos disparos de cohetes Hamas y sus apoyos tienen el objetivo de arrastrar a Israel a una operación terrestre, para infligirle un elevado número de pérdidas.
La entrada de tropas israelíes en la franja las expondría a que Hamas las ataque con armas antitanque, como por ejemplo los misiles Kornet empleados por el movimiento libanés Hezbolá en la guerra de 2006.
Hamas también tendría la posibilidad de capturar a soldados israelíes de cara a un futuro intercambio de prisioneros.