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CRÓNICA: Alemania decime que se siente

Publicado el 14/07/14

CRÓNICA: ALEMANIA DECIME QUE SE SIENTE

Los teutones obtuvieron su cuarta estrella mundial

Por: Luis Ángel Polín

Según Adolfo Hitler la raza alemana era perfecta, la idea de este personaje era uniformizar el mundo con sangre aria, altos, rubios y de ojos azules. Su idea de protección a la sociedad alemana menospreció a los judíos y a las minorías étnicas, Hitler se escudaba en una guerra política para cumplir su propósito.  Los alemanes siempre fueron de armas tomar, sus decisiones en los cambios a futuro eran proyectos que no debían fallar, en muchos casos lo lograron, claro que en el caso de Hitler, como todos sabemos, su idea de raza predominante no prosperó. Hace aproximadamente doce años la selección de fútbol de Alemania inició con su gran cambio, la transformación para ser el mejor equipo del mundo debía ser a largo plazo, después de la penosa actuación de Alemania en la Eurocopa del 2000, su entrenador entonces Erich Ribbeck le dejaba a la posta a Rudy Voller, un campeón con el cuadro alemán en 1990, y la presentación de los teutones fue tan buena en el mundial del 2002 que llegaron a la final, donde no pensaron toparse con monstruos del fútbol encabezados por el gran Ronaldo.

Pero desde ese momento Alemania desarrolló desde las canteras un juego compacto, inteligente y de mucha preparación física, tendría buenas presentaciones como en el mundial que ellos mismos organizaron y quedaron en tercer lugar con un Jurgen Klinsmann en la dirección técnica proyectándose como un gran guía pero esencialmente tratando de llevar la misma filosofía de juego en esta selección, así entonces Joachim Low encontró una base compacta para la Eurocopa del 2008 y que tuvo que añadir algunas figuras jóvenes para el mundial de Sudáfrica, como la aparición de Ozil, Muller y Kedhira, el juego romántico y efectivo de Low no había sido honrada con Copas pero si con resultados maravillosos, resultados que en este mundial también pudimos observar, el mundial de Brasil solo era el producto final de un estilo de juego que se exigió desde aquellos años y que hoy Joachim Low puede estar orgulloso de alardear con su gente, este Alemania fuera de tener individualidades como equipo, es una orquesta de alto nivel, una maquina llena de engranajes donde todo funciona a la perfección y que deleita con un fútbol de un nivel superlativo.

JUEGO DE AJEDREZ

Los estrategas de esta partida tenían las fichas en la mano. El duelo entre Sabella y Low marcaría un dame que te doy, mientras uno cambiaba una estructura en el sistema el otro respondía rápido como en el ajedrez, al alemán le perjudicó la lesión de Sami Khedira en el calentamiento previo, uno de los hombres organizador en el medio complicaban al equipo teniendo que utilizar a un delantero como Kramer y más aún cuando esté salió lesionado para el ingreso de Schurrle quien debió adaptarse a la posición, la que después cambiaría por el sector izquierdo y donde funcionó a la perfección para elaborar la jugada de gol. Alemania empezó con sus cuatro jugadores al fondo, Lahm por derecha, Boateng, Hummels y Howedes por izquierda, en el medio campo Scheweinsteiger y Kroos neutralizaban las intenciones de elaboración en el rival, Muller por derecha, Ozil por izquierda, Kramer en el centro y adelante solo el pescador del gol: Miroslav Klose. La falencia de los teutones era la zona izquierda, a Howedes le costaba regresar por esa banda y Hummels era más exigido, Sabella observó esta falencia y mandó a atacar por ese sector donde Lavezzi y Messi causaron problemas en el primer tiempo y las llegadas que tuvieron los albicelestes fueron por ese sector, quitando obviamente la opción de Higuain que estaba solo frente al arco después de un regalito de Kroos al entregar mal un balón con la cabeza, en el segundo tiempo las fichas se movieron con la salida de Klose y el ingreso de Mario Gotze quien se acomodó como un delantero “once” y la vez un “falso nueve”, Mertesacker ingreso al final para darle más ayuda a la defensa en los balonazos que los argentinos usarían para tratar de buscar el empate, después del gol de Super Mario.

Por su parte Argentina cambió el sistema en los dos periodos, en el primer tiempo un clásico 4-4-2 con mucha marca poniendo dos líneas de cuatro, Zabaleta por derecha, Demichelis, Garay y Rojo, y en el centro Lavezzi por derecha, Mascherano, Biglia y Enzo Pérez, dejando libre a Messi delante de ellos y a Higuaín muy cerca de él teniendo la responsabilidad de atacar pero sin quitarle la chamba de retroceder a marcar, la marca fuerte de Argentina surtía efecto y el doble trabajo de Lavezzi por derecha también, dos llegadas muy claras que fueron desperdiciadas, una de Higuaín después del obsequio alemán y podríamos contar el gol anulado en el que pudieron trabajar mejor vencer la trampa del off side. La salida del Pocho al segundo tiempo generaban preguntas en el hincha albiceleste pero la respuesta era lógica si Sabella quería cambiar el sistema tendría que sacrificar a un volante de los lados y como Enzo Pérez era efectivo en la marca el indicado era el que hasta ese momento había originado mejor accionar ofensivo. El sistema cambió a 4-3-3, en el medio Mascherano con sus dos chalecos a los lados: Pérez y Biglia y en la línea de arriba, Lionel Messi en el medio, el “Kun” Agüero por izquierda y por derecha Gonzalo Higuaín, Argentina trabajaba mejor ambos sectores y generó dos posibilidades más, una de Messi en el balón cruzado y la mejor del partido, la de Rodrigo Palacio llenándose de ansiedad y tomando una decisión equivocada para la definición.

GOTZE LO QUE QUIERA

Mascherano se había llenado de responsabilidad en la marca, era un partido excelente del argentino, solo se podía comparar en el campo con lo que hacía Scheweinsteiger en el equipo rival. Faltaban siete minutos y Schurrle intentó pasar esa muralla albiceleste, avanzó por la izquierda con esa velocidad envidiable, Garay se quedaba esperando mientras que Mascherano quería encargarse el solo, el centro con veneno salió del alemán y Mario Gotze hizo un gol merecedor de ponerlo como cuadro de sala, la paró con el pecho y en primera remató en el arco de Romero, tal vez pudo haber hecho algo más el arquero argentino pero la jugada fue tan rápida que el guardameta optó por esperar el remate final, era el gol alemán y la alegría de los pocos alemanes que pudieron conseguir una entrada para el Maracaná se hizo escuchar, mientras que el famoso cántico “Brasil decime que se sienteee…” se murió para siempre, faltaban algunos minutos y los hinchas argentinos cambiaron los saltos y aplausos por rostros de preocupación y uñas en los dientes, no había más tiempo, Alemania lograba su cuarta estrella y Argentina se iba con el premio consuelo de Balón de Oro para Messi, que solo el poco criterio de la FIFA pudo ser capaz de otorgar. Alemania es un justo campeón señores, un trabajo que se inició hace más de doce años al final dio un fruto con un juego y estilo magnifico, pónganse de pie y empiecen aplaudir, debemos hacerlo así sean europeos que se llevaron Oro de América, como en la época de la conquista.



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