Velatorio será en sede del Colegio de Periodistas de Lima, en Lince
César Terán Vega, hombre de prensa de destacada trayectoria, falleció esta mañana a los 68 años de edad, víctima de una penosa enfermedad que en los últimos días lo tuvo recluido en el área de cuidados intensivos del hospital Guillermo Almenara.
Dueño de una prosa intensa y lírica, este cronista volcó sus conocimientos y experiencias de vida en importantes diarios de Lima como Expreso, La República y la revista Caretas. Su último trabajo fue como editor de la página de Opinión del Diario Oficial El Peruano
Sus compañeros lo recuerdan como el jefe exigente que hacía de cada cuadro de comisiones un “ucase”, pero también como el amigo de noches de bohemia.
Sus restos serán velados en la sede del Colegio de Periodistas de Lima, en la cuadra 14 de la avenida Canevaro, distrito de Lince, desde las 18:00 horas.
Su amigo y compañero de largas jornadas periodísticas, Octavio Huachani, cuenta que lo conoció en el diario de Manuel Ulloa, allá en el jirón Ica en los años 80, en la sección locales donde demostró tener una gran sensibilidad social.
“Fue un hombre sincero, amaba su trabajo y por eso sus jornadas laborales concluían más allá de las 10 de la noche. Después nos reuníamos en un local cercano a comer algo y tomar un trago para comentar nuestro día. En esos encuentros el aprovechaba para escribir poemas sobre cualquier servilleta de papel que encontraba”, recuerda.
A lo largo de los años coincidieron en algunas comisiones de trabajo, cuenta Huachani también periodista de una generación que no necesitó grabadora en mano para registrar los datos de los hechos noticiosos.
César, comenta, dio muestra de una consolidación profesional que lo llevaría luego a ocupar la jefatura de informaciones de La República y ser redactor principal de la revista Caretas.
Esther Vargas lo recuerda como un colega que amó la sala de redacción y como un jefe con amplio conocimiento del país, la política y de la vida que materializó en la elaboración del cuadro de comisiones que – dice – fue evidencia de su curiosidad y de su capacidad para orientar a sus redactores
La tauromaquia, su otra pasión
Una pasión que compartió con amigos entrañables como Eloy Jáuregui, fue la tauromaquia. Con él y otros amantes de las corridas de toros, compartieron esta afición llevando a sus hijos a la fiesta torera como una forma de asegurar una tradición.
Su amor por los toros empezó en Huambos, su tierra, un pueblo ubicado en Chota, provincia de Cajamarca, conocido por sus corridas de toros que aún se organizan en junio para conmemorar su fiesta patronal.
Ese entusiasmo lo inoculó en su ADN pues su hijo Vladimir también convirtió las corridas de toros en su afición al punto de compartir con su padre el portal de Tauromaquias.com. y el blog Tauromaquias de conocida referencias para los amantes esta tradición.
Periodista siempre
Escribió siempre, y lo hizo en los últimos años, en diversos artículos de opinión que recogió a través de su blog La Buhardilla, visiones del Perú y el Mundo, donde, según sus propias palabras escribió “sobre hallazgos del presente, sueños del futuro, desde esta alta y escondida buhardilla”.
Paralela a su vida periodística, su vida familiar estuvo marcada por la tragedia, pues siendo joven perdió a su esposa, y años después a uno de sus dos hijos, Dante. El periodismo, entonces, se convertiría en una razón de su vida para no darle tregua al dolor.
En los últimos tiempos, comenta el periodista Huachani, los estragos de su enfermedad, un cáncer detectado en el hígado y la diabetes, lo llevaron a refugiarse en su hogar de El Porvenir en La Victoria, y a salir algunos sábados con él y otros amigos como los destacados periodistas Pedro Ortiz y Daniel Cumpa.
“Éramos una cofradía que cada sábado nos reuníamos en el Palacio del Inca para compartir algunos recuerdos y analizar cómo ejercen el periodismo las nuevas generaciones”, rememora con nostalgia, mientras sus amigos, colegas y compañeros de toda la vida ruegan por su descanso eterno.