Una vez el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Peter Tomka, finalizó la lectura de la sentencia que fijó la nueva frontera marítima entre Perú y Chile, surgió una nueva discrepancia: a qué país le pertenece el “triángulo terrestre” (conocido como “costa seca”) que se forma con la intersección del Punto Concordia, el Hito Nº 1 y la línea paralela que cruza el mar. El gran problema es que dicha divergencia podría retrasar y generar problemas en una pronta ejecución e implementación de lo decidido en La Haya.
Cuando culminó la lectura del fallo de la CIJ de La Haya que trazó el nuevo curso de la frontera marítima entre Perú y Chile, los presidentes de ambos países, Ollanta Humala y Sebastián Piñera, respectivamente, conversaron por teléfono por 20 minutos, de acuerdo con la información de los medios de comunicación.
El acuerdo era que declararían en simultáneo, para que así no se generen suspicacias ni posibles enfrentamientos. Desde la sala Andrés Avelino Cáceres en Palacio de Gobierno, Humala destacó en los 8 minutos que duró su mensaje a la nación, que Perú había ganado “más del 70% de la demanda” al reconocerse como peruano cerca de 50 mil kilómetros cuadrados de mar.
Humala, además, dejó claro que la Corte Internacional de Justicia no se pronunció respecto a la frontera terrestre debido a que la controversia marítima era sobre la delimitación marítima.
“(La nueva frontera) no prejuzga ni afecta la intangibilidad de la frontera terrestre establecida en el Tratado del 29 y a los trabajos de la comisión mixta de límites, de 1929 y 1930, que fijan su inicio en el Punto Concordia”, señaló el mandatario.
Es decir, la frontera terrestre termina en el Punto Concordia, conforme al Tratado de Lima de 1929, por lo que Perú mantiene su soberanía sobre el “triángulo terrestre”, territorio que no estaría bañado por mar adyacente nacional, lo que se considera “costa seca”.
Por su parte, desde el Palacio de la Moneda y en declaraciones a la prensa, Piñera mostró su discrepancia con el fallo de la Corte. La actual delimitación marítima haría perder a su país aproximadamente 22 mil metros cuadrados de mar. Pese a esto, destacó que casi todo el volumen de pesca se encuentra en el mar que le pertenece a Chile, según la sentencia de la CIJ. Hasta ahí, todo bien entre ambos países. Tal y como lo habían garantizado.
Sin embargo, ha nacido una nueva interrogante tras la determinación del inicio de la frontera marítima. Hasta algunos medios chilenos ya titulaban, luego del inapelable e histórico fallo, que ya habría un “nuevo frente de tensión” entre los países vecinos.
Y es que la nueva controversia nace cuando el jefe de Estado chileno interpreta que, al reconocer que el punto de inicio de la frontera marítima sigue una línea paralela que pasa por el Hito Nº 1, la CIJ habría ratificado que este es el punto final de la frontera terrestre. Por ello, afirma Piñera, el “triángulo terrestre” (de casi 37.610 m2) que se forma entre los puntos Concordia, Hito Nº 1 y donde el paralelo llega al mar, es territorio chileno.
“Si bien ambos países discrepaban respecto a dónde comienza la frontera marítima, siempre coincidimos en que la frontera marítima comienza en el último punto de la frontera terrestre. En consecuencia, la confirmación por parte de la Corte de La Haya, que la frontera marítima comienza, en el paralelo del Hito N° 1, ratifica nuestro dominio sobre el triángulo terrestre respectivo”, dijo a la prensa.
Siguiendo esta postura, el Senado chileno afirmó que “no hay temas limítrofes pendientes con Perú y esta consideración deberá ser parte necesaria en la implementación del fallo”. Obviamente, en el pensamiento chileno, que no haya límites pendientes con Perú pasa por la premisa de que el “triángulo terrestre” forma parte de su territorio.
¿Entonces, La Haya no acabó con toda controversia? Revisemos el Tratado de 1929, al que hace referencia Humala.
Nuevamente, ¿de Perú o de Chile?
La sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya precisa, claramente, que podría ser posible que el Punto Concordia (inicio de la frontera terrestre) no coincida con el punto de partida de la frontera marítima –Hito N° 1– que acababa de definirse.
Es más, la Corte precisa que no fue llamada a tomar una posición sobre la ubicación del Punto Concordia, donde empieza la frontera terrestre entre las partes (ver fundamento 175 del fallo).
En ese sentido, lo afirmado por el presidente Piñera sería un error. Y es que el artículo 2 del Tratado de Lima de 1929 precisa –textualmente– que “la línea divisoria entre dichas partes y, en consecuencia, la frontera entre los territorios del Perú y de Chile, partirá de un punto de la costa que se denominará ‘Concordia’, distante diez kilómetros al norte del puente del Río Lluta (…)”.
¿Qué hacer para resolver esta nueva controversia? El artículo duodécimo del mismo tratado que fija la frontera terrestre entre Perú y Chile, precisa la salida para estas controversias:
“Para el caso en que los Gobiernos del Perú y de Chile, no estuvieren de acuerdo en la interpretación que den a cada una de las diferentes disposiciones de este Tratado, y en que, a pesar de su buena voluntad, no pudiesen ponerse de acuerdo, decidirá el Presidente de los Estados Unidos de América la controversia”.
Al ser así, se descarta tajantemente la competencia de la CIJ para dirimir un posible nuevo diferendo sobre el entendimiento del tratado de límites terrestres. Sería un fallo arbitral estadounidense el que zanje toda controversia.
No más La Haya, por ahora.
Bonus
La canciller peruana, Eda Rivas, recalcó que el veredicto de la CIJ es exclusivo sobre delimitación marítima y que el triángulo terrestre no está en controversia. Eso sí, reconoció que, con esta nueva frontera, existirá una costa seca de 300 metros en el litoral de Tacna. “Si bien no es usual, hay 6 casos en el mundo, por diversas razones, donde hay costa seca”, dijo.
¿Qué quiere decir que habrá costa seca? Es una política de establecimiento de límites en el que la frontera es la costa. Es así como un estado ribereño no puede ejercer soberanía ni explotación económica sobre las aguas adyacentes. En líneas generales, los peruanos son dueños de ese pedazo de tierra, más no pueden ingresar al mar porque no les pertenece.
Un caso como este es lo que ocurrió con el río San Juan en Nicaragua. La orilla sur limitaba entre este país y Costa Rica. Sin embargo, la soberanía exclusiva del agua es de Nicaragua. Y ese límite se convierte en costa seca.
Bonus 2
Por otro lado, podría haber un problema en la implementación del fallo de la CIJ. Especialmente por la presentación de un proyecto de acuerdo del Senado chileno. Este, público hoy, precisa que la “aceptación del paralelo hasta la milla 80 incluye el hito 1 como eje de la delimitación fronteriza entre ambos países”. Chile podría condicionar la implementación de la sentencia a que el Perú acepte que la costa seca les pertenece. Mira aquí lo acordado por los senadores.