Ginebra, Suiza. AFP
El Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño pidió a la Iglesia católica que actúe con mayor resolución contra los abusos sexuales a menores de edad, un enorme escándalo sobre el que el papa Francisco expresó su “vergüenza”.
Los representantes del Vaticano se enfrentaron durante la mañana a las preguntas de los expertos de este comité, cuyas conclusiones se publicarán el 5 de febrero.
Paralelamente, el papa Francisco declaraba que estos escándalos de pederastia son “la vergüenza de la Iglesia”.
“¿Nos avergonzamos? Tantos escándalos que yo no quiero mencionar singularmente, pero que todos sabemos cuáles…”, exclamó el papa durante la homilía de la mañana en la residencia Santa Marta, haciendo alusión a los casos de pederastia, pero también de corrupción, perpetrados por miembros del clero católico de todo el mundo.
“El ejemplo que la Santa Sede debe dar al mundo debe sentar precedente. Tiene que marcar un nuevo enfoque”, señaló Sara Oviedo, integrante del equipo investigador de este comité de Naciones Unidas.
Explicaciones
La investigadora hizo sus comentarios en una audiencia en la que por primera vez una delegación del Vaticano dio explicaciones a los expertos del Comité sobre los Derechos del Niño acerca de los abusos cometidos contra menores por religiosos católicos.
Oviedo denunció que en la gestión de los escándalos de pedofilia por parte de la Iglesia “se ha dado preferencia a los intereses del clero”.
“La Santa Sede no ha establecido ningún mecanismo para investigar a los acusados de perpetrar abusos sexuales, ni tampoco para procesarlos”, añadió.
También criticó las medidas tomadas por el Vaticano con los autores de abusos. Según ella, “los castigos impartidos nunca parecen reflejar la gravedad” de los hechos.
Alto clero se defiende
El embajador del Vaticano ante la ONU en Ginebra, Silvano Tomasi, recordó que la Santa Sede ratificó la Convención de Derechos del Niño en 1990.
También afirmó que la Santa Sede ha desarrollado recomendaciones para evitar los abusos, citando la Carta de protección de niños y jóvenes, adoptada por la Iglesia católica en 2005.
Tomasi puntualizó también que legalmente la Santa Sede solo es responsable de la aplicación de la convención de la ONU en el territorio de la Ciudad del Vaticano, donde viven apenas 36 niños, una posición muy criticada por las víctimas.