Día de los Inocentes: ¿por qué se hacen bromas?
La mayoría utiliza esta fecha para hacer chistes, pero no tiene nada de graciosa. La Iglesia Católica recuerda la matanza de los niños menores de 2 años nacidos en Belén, ordenada por Herodes con el fin de deshacerse del Mesías. En AUDIO, las declaraciones del Padre Eduardo de la Serna.
Con bromas de mayor o menor calibre, hoy se festeja el Día de los Inocentes, fecha que sin embargo no tiene nada de chistosa: la Iglesia Católica recuerda el 28 de diciembre la matanza de los niños menores de 2 años nacidos en Belén, ordenada por Herodes con el fin de deshacerse del mesías.
En Estados Unidos y Gran Bretaña, la celebración se hace en otra fecha y se llama “April Fool’s Day”, o Día de los Tontos, un nombre más acorde, y se celebra el 1 de abril.
En Francia su equivalente es el “Pez de abril”, originado en 1582, cuando el calendario gregoriano reemplazó al juliano, y el Año Nuevo cambió del 1 de abril al 1 de enero.
Como en aquellos tiempos las noticias trascendían a paso cansino, el cambio tardó en conocerse y los desapercibidos fueron llamados “Poisson d’Avril” (pez de abril).
En Alemania, Japón y Brasil también se festeja el 1 de abril, día en que -según Mark Twain- “recordamos lo que somos durante los otros 364 días del año”.
En cambio, en España, la fecha es el 28 de diciembre y así también en todos los países latinoamericanos que quedaron bajo su dominio en tiempos de la conquista.
La costumbre manda a hacer bromas y por eso los medios de comunicación dan noticias falsas o tergiversan su contenido, colocando al final el consabido “que la inocencia le valga”.
En 1980, la BBC de Londres anunció que el Big Ben sería remodelado con un reloj digital, y en 1992, la radio oficial de Washington anunció que el ex presidente Richard Nixon se postularía para el cargo una vez más.
En la Argentina, un diario publicó en primera página y en título catástrofe: “Incendio en la Rosada”.
El diario mexicano Reforma anunció una “exclusiva” mundial: el vídeo del encuentro secreto entre el presidente George W. Bush y el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
En Bolivia, el diario El Deber dedicó el 28 de diciembre de 2005 una página entera a anunciar la boda de Evo Morales con la concejal Adriana Gil, miembro de la burguesía de Santa Cruz.
También en una “entrevista exclusiva”, Hugo Chávez anunció que Latinoamérica va “a invadir a Estados Unidos a punta de banano”.
Antiguamente, se sostenía que no había que prestar nada ese día, porque el prestatario quedaría en libertad de apropiárselo. Como muchos no recordaban esto, se estilaba pedir algo para luego recitarle al pobre incauto: “Inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día nada se puede prestar”.
E 28 de diciembre la Iglesia recuerda la matanza de niños, a pesar de que, según los Evangelios, la misma debió haber sucedido después de la visita de los Reyes Magos al rey Herodes, es decir, uno o dos días antes del 6 de enero.
No es la única contradicción: se supone que fueron degollados miles de niños, pero según el censo ordenado por el gobernador Quirino, Belén no tenía por entonces más de 800 habitantes.
Teniendo en cuenta que no nacían más de 30 bebés al año y que la mitad moría antes de empezar a caminar, los degollados por Herodes no debieron haber sido más de 15.
¿Sucedió? Hay quienes lo dudan porque el mayor historiador de la época, Flavio Josefo, no alude a eso en su Historia de Judea.
Para muchos especialistas, Mateo pudo haber interpolado en su relato la historia de Moisés, quien fue arrojado en una canasta al Nilo para ser salvado, en tiempos en que el faraón ordenó matar a todos los hijos varones de los esclavos israelitas.
Pero a la vez, esto pudo haber sido una adaptación de la leyenda hindú sobre el nacimiento de Krishna: el sabio Nárada Muni le dijo al rey Kamsa de Mathura que el bebé estaba destinado a matarle, y éste ordenó asesinar a todos los kumaras (en sánscrito, “muere fácil”) de menos de dos años de edad.