Con el mensaje de reconciliación de Mandela marcando el tono de la ceremonia, el presidente cubano Raúl Castro sonrió cuando Barack Obama le estrechó la mano al dirigirse al podio para pronunciar un discurso en honor de Madiba. En su discurso, Obama reprendió a los líderes que expresaron solidaridad con la lucha de Mandela contra la opresión, pero no toleran la libertad en sus propios países. «Hay demasiados líderes que declaran solidaridad con la lucha por la libertad de Madiba, pero no toleran el disenso de su propio pueblo», dijo.