La Navidad es época de reconciliación con nosotros mismos y con nuestros seres queridos, señala psiquiatra del Hospital Loayza
“La Navidad es sinónimo de reencuentro familiar y esto mueve muchas fuerzas emocionales, recuerdos agradables, muchas anécdotas que contar, reflexiones y algún contratiempo molesto o un mal recuerdo que hoy se convierte en algo porqué reírnos y disfrutamos. Es tal vez el momento del año más oportuno para hacer la paz y reconciliarse entre las personas, debido a que todos se encuentran más sensibles y dispuestos a compartir, negociar, dar y recibir, porque para muchos es difícil pasar la navidad solo”, señala la doctora Isabel Vásquez Suyo, médico psiquiatra del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
La especialista precisa que en esta “época de Navidad” es importante perdonar y reconciliarse con la familia y amigos de esta manera podemos evitar problemas de “estrés” que pueden afectar la salud física y mental, a tal punto de causar daños irreparables que pueda causar enfermedades como hipertensión arterial, diabetes emotiva, hiperacidez gástrica y problemas mentales como trastornos de sueño, aislamiento social, pensamientos pesimistas y disminución del interés de disfrutar los eventos navideños.
Además recomienda estar alerta con las personas decaídas en estos tiempos, tomar en cuenta las opiniones de todos en casa y hacer que todos participen en estas fechas de integración y momentos para compartir en familia. El no perdonar a algún familiar como tus padres, hermanos o hijos puede generar que la persona viva con remordimiento y esto puede ser un factor para que no tenga tranquilidad y serenidad. “Primero hay que reconciliarse con uno mismo, aceptar nuestros errores y aprender de ellos, sólo así podrá perdonar a otras personas para poder tratar de ser felices y dejar la amargura en el pasado, muchas veces es difícil pedir perdón, no saben cómo hacer las paces pero a veces dejan de lado su orgullo y se dan con la grata sorpresa de que van a pedir perdón y son muy bien recibidos”, indicó.
Así mismo la especialista recomienda que para promover la integración familiar se organicen actividades con la participación de todo los miembros de la familia, por ejemplo armar el árbol, el nacimiento y la decoración del hogar, también pueden organizarse para ir a misa. Además, destaca, como otra actividad, “pueden hacerse pequeñas donaciones porque hay gente que disfruta ayudando y se sienten más cómodos dando que recibiendo, esto ayuda algunas personas a sentirse mejor. Todo esto puede mejorar el ánimo familiar y si hay alguna persona que se encuentre deprimida o decaída y no lo hayan identificado en la familia ayudará a que se
sienta mucho mejor”.
“Los regalos y las fiestas deben pasar a un segundo plano en la Navidad, lo importante es el compartir del sentido navideño en familia, con los amigos, vecinos, conocidos, compañeros de colegio y de trabajo. Si un regalo no es acompañado con una muestra de cariño no tiene mayor significado”, concluye.