La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) oficializó como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad a los conocimientos, saberes y rituales asociados a la renovación anual del puente Q’eswachaka.
Durante la octava reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en la ciudad de Bakú, Azerbaiyán, el puente fue inscrito en la Lista Representativa de la Unesco.
La inscripción fue recibida por la comitiva enviada por el Ministerio de Cultura, integrada por el titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, David Ugarte Vega Centeno; y la directora de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura, Soledad Mujica Bayli.
Junto a ellos, recibieron con algarabía esta nominación e inscipción tan importante los dos chakaruwaq o tejedores de puentes, responsables principales de la renovación anual del Q’eswachaka, Victoriano Arizapana y Eleuterio Callo; y el sacerdote andino que oficia los rituales que permiten que la renovación se haga bajo la protección de los apus y la pachamama, Cayetano Canahuire.
Este nuevo logro para el Perú se obtiene luego de un largo proceso de evaluación del expediente técnico presentado en el 2010 por el Ministerio de Cultura a la Unesco.
Un documento cuya elaboración y coordinación recayó en el antropólogo Miguel Ángel Hernández, de la Dirección de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura, y que ha sido elegido por dicha entidad como un modelo de expediente en el ámbito internacional.
La renovación anual del puente Q’eswachaka es un ejemplo palpable de la continuidad de una tradición cultural existente desde tiempos prehispánicos. Se encuentra sobre el río Apurímac, en el distrito de Quehue, provincia de Canas, región Cusco.
Su renovación anual, a cargo de las cuatro comunidades campesinas de Quehue, se realiza cada año durante la segunda semana de junio.
Esta práctica tradicional es el elemento fundamental de la identidad cultural de la población de Quehue y representa el vínculo que establece con la naturaleza y con la historia. Es un ejemplo de la riqueza del patrimonio inmaterial del país, y un símbolo de orgullo que hoy el mundo reconoce.
El Perú ha inscrito cinco elementos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: las tradiciones orales y manifestaciones culturales del pueblo Zápara (inscrito en conjunto con Ecuador), en 2008; el arte textil de Taquile, en 2008; la danza de tijeras, en 2010; laHuaconada, danza ritual de Mito, en 2010; la peregrinación al Santuario del Señor de Qoyllurit’i, en 2011.