69% pide mejorar calidad educativa
Empresario Ángel Añaños Jerí, presidente del Grupo Aje y uno de los invitados estelares de CADE 2013.
El 84% de participantes de CADE Ejecutivos, que concluyó ayer, cree que el país está progresando, en tanto que el 13% señala que está igual, dijo el presidente ejecutivo de IPSOS, Alfredo Torres. La encuesta realizada entre los participantes de CADE señala que el 3% de los ejecutivos piensa que el progreso del país está en retroceso. Torres recordó que el año pasado, 89% de los ejecutivos dijo que el país estaba progresando, mientras que en el año 2011, el 53% respondió afirmativamente a la pregunta.
En la encuesta realizada este año, los ejecutivos señalaron que las cinco prioridades del gobierno deberían centrarse en Mejorar la calidad de la educación (69%); Desarrollar infraestructura (67%); Mejorar la seguridad ciudadana (64%) ; combatir la corrupción (50%); y fomentar la inversión privada (49%). Los empresarios también respondieron respecto la innovación de sus empresas u organizaciones en el país con relación a sus pares en América Latina, a lo que señalaron que somos líderes (37%); estamos cerca de los líderes (45 por ciento) y lejos de los líderes (18%).
Respecto a los sectores más competitivos en comparación con sus pares de Latinoamérica, los ejecutivos de CADE 2013 señalaron que los sectores que se ubican en ese segmento son la minería (63 por ciento); agroexportación (39 por ciento); turismo (34 por ciento); y financiero (33 por ciento). De otro lado, la encuesta dijo el 95 por ciento de los ejecutivo aprueba la gestión del ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla.
Horas antes de concluir CADE, el empresario Ricardo Briceño indicó que uno de los primeros aspectos por destacar en esta reunión empresarial que se llevó a cabo en Paracas, es el compromiso del sector privado para lograr un país con desarrollo. Sostuvo, además, que Perú sigue siendo un buen destino para invertir, y prueba de ello es que el sector privado participa con un 22% del PBI nacional, a través de las inversiones que realiza. “Es el país con mayor inversión privada en América Latina”, manifestó.
Briceño Villena también resaltó el compromiso formal de los empresarios de no tener ninguna relación con la minería ilegal, tomar distancia de ella y apoyar las acciones del Estado para su erradicación. Asimismo saludó la disposición por mejorar el turismo, impulsar esta actividad y preservar los recursos arqueológicos. CADE 2013 reunió desde el miércoles a 1,000 empresarios de distintas partes del país en el balneario iqueño de Paracas, a unos 240 kilómetros al sur de Lima.
Por su parte, el empresario Ángel Añaños, en representación del grupo Aje, durante su conferencia magistral en CADE Ejecutivos, recordó que su empresa siguió el ejemplo de las compañías japonesas Toyota y Nissan, que en los 60 ofrecían vehículos económicos y crecieron en función a ese factor. “Después está la distribución; sirviendo a una mayor cantidad de gente vas a tener más éxito o más posibilidades de éxito”, enfatizó.
Añaños dijo, además, que los empresarios deben atreverse y generar confianza, saber quiénes quieren ser, tomando todo lo que pasa en el camino como un aprendizaje. Según mencionó, la metamorfosis de su familia, que pasó de la agricultura a la industria, ocurrió en los 80, cuando llegaron con sus productos de cultivo a Lima pero se vieron obligados a retornar y cambiar de sector a causa del terrorismo. Fue en 1998 que pusieron su primera planta de gaseosas en Ayacucho en el patio de la casa.
Posteriormente, cuatro de los hermanos instalaron otra en Huancayo; sin embargo eran una de 314 pequeñas industrias similares en el país. En 1993, añadió, los hermanos vieron el video del “milagro japonés” a cargo de Miguel Ángel Cornejo y leyeron el libro del presidente de la coreana Daewoo y coincidieron en que fueron lecciones que marcaron el rumbo a seguir. Aquella vez, refirió, decidieron convertirse en empresarios del modelo japonés o coreano.
Su plan de proyección tenía como meta estar entre las 20 mejores empresas del país en los siguientes diez años, sin saber cómo pero confiados en ello. “Ese fue el inicio de la transformación”, comentó tras reseñar que en 1997 llegaron a Lima y el fenómeno El Niño les hizo “vender lo que no teníamos” y que en 1999 lograron salir del país: Venezuela fue su primer destino. Añaños invocó a los empresarios a “no olvidar cuando fueron terneros” y a “no quedarse con la receta, sino enseñar”.