La Habana, nov. 30 . En el segundo día de sus negociaciones con el Gobierno de Juan Manuel Santos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) volvieron a admitir que cobran “impuestos” a los campesinos que cultivan coca en los territorios bajo su control.
Según la cadena Deutsche Welle, el tema abordado en la jornada era el narcotráfico. “Nos vimos obligados a establecer un régimen de tributación y de regulación a las transacciones realizadas por los campesinos”, dijo en La Habana el líder negociador de las FARC, Luciano Marín (alías “Iván Márquez”).
Marín señaló que los tributos se cobraban pensando en los derechos de los campesinos, para protegerlos “frente a abusos de intermediarios y narcotraficantes”.
Citando al número uno de la guerrilla, Rodrigo Londoño (conocido como “Timochenko”), el vocero de las FARC comentó que “no teníamos ni el derecho ni la vocación de volvernos contra la población con miras a prohibirle la única alternativa de que se derivaba su pírrica subsistencia”.
El narcotráfico –tercer tópico de importancia en la agenda pactada– es uno de los problemas históricos de Colombia. Los cárteles de la droga y las bandas de narcotraficantes han financiado durante décadas a grupos armados en el país suramericano.
También las FARC son acusadas de financiarse a través del narcotráfico. La guerrilla ha reconocido en varias ocasiones que cobran “impuestos” al cultivo, pero niega estar implicada directamente en el negocio de la droga.