Las autoridades llevaron a los intervenidos a la comisaría del distrito para verificar si se encontraban requisitoriados por algún delito.
Voceros de dicha gerencia recordaron que la sanción para los locales que vendían licores será de S/. 1,800.
En otros puntos del distrito se inspeccionó los centros comerciales y sus alrededores, detectando bodegas que vendían licor al paso y grupos de jóvenes que bebían alcohol en ambientes privados. El propietario fue multado con S/. 3,700 y se cerró temporalmente el negocio.