Manila, nov. 12 . La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamado de fondos solicitando 301 millones de dólares para atender a los 11,3 millones de afectados por el paso del tifón Haiyan por Filipinas, de los que 673 mil se han visto desplazados de sus hogares.
La principal partida será la destinada al reparto de alimentos, con 76 millones de dólares; seguida por la de alojamiento, con 46 millones; educación, con 25 millones; agua y saneamiento, con 22 millones; y salud, con 21,5 millones, precisó la agencia Europa Press.
Con estos fondos, las agencias de la ONU trabajarán para llevar ayuda alimentaria a tres millones de afectados, mediante la distribución de galletas altamente energéticas y arroz, y estableciendo programas de trabajo a cambio de alimentos.
Igualmente, se prestará ayuda nutricional a 100 mil niños y 60 mil madres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que este mes habrá unos 8 mil nuevos nacimientos y unos mil 600 abortos en las zonas afectadas por el tifón, cuyas necesidades básicas, al igual que las de enfermos crónicos de otro tipo, deberán ser atendidas.
Las agencias humanitarias pretenden prestar servicios sanitarios básicos a hasta 9,8 millones de personas, ayudando a recuperar los centros sanitarios afectados de la zona e instalando otros nuevos con el fin de ofrecer a las personas enfermas la atención que necesitan.
Asimismo, se tratará de suministrar de forma inmediata agua y saneamiento para unas 500 mil personas mediante la instalación de puntos de suministro de agua, la reconstrucción de la red de agua potable, la instalación de letrinas y el reparto de kits higiénicos.
Por otra parte, se trabajará para dar cobijo y bienes básicos a al menos 562 mil personas.
La ONU estima que de los más de 673 mil desplazados, el 55 por ciento se encuentran en centros de evacuación, mientras que el resto fue acogido por las propias comunidades o se encuentra en campamentos improvisados.
Para ayudar a estas personas está previsto repartir grandes lonas, así como herramientas con las que la población local pueda proceder a reparar las viviendas dañadas, así como material para dormir y para mantener los albergues ya existentes.
Además, se tratará de dar trabajo inmediato a unos 200 mil hombres y mujeres para que ayuden a retirar los escombros provocados por el paso del tifón y en otras actividades necesarias para que las zonas afectadas puedan ir recuperando la normalidad.
Con estos fondos, según ha aclarado la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA), se tratará de coordinar y apoyar el transporte por vía aérea y por carreteras de la ayuda, además de los centros temporales de almacenamiento que se han instalado en el aeropuerto de Cebu, segunda ciudad del país; en Tacloban, una de las ciudades más afectadas, y en otros puntos.
También se trabajará para crear centros de comunicación operacionales que permitan al personal humanitario desplazado a Filipinas acceder a servicios telefónicos y de internet para facilitar su labor.
Los fondos solicitados, según la OCHA, deberían cubrir una cuarta parte o un tercio de las necesidades totales de los afectados, sumándose a los esfuerzos que está realizando el propio Gobierno filipino y la ayuda de carácter bilateral. Los objetivos se han fijado para un plazo de seis meses