Nada ni nadie puede con Sebastian Vettel. El piloto alemán se ha proclamado campeón del mundo deFórmula 1 por cuarta vez consecutiva, y lo ha hecho con una nueva carrera memorable. Alonso, tras un comienzo accidentado en el GP de India, no tuvo ninguna opción de poner en peligro la consecución del título para el piloto de Red Bull y acabó undécimo.
El alemán, tras su primer ‘pit-stop’, inició su remontada y fue adelantando rivales hasta ponerse a la altura de su compañero, al que adelantó cuando éste entró en boxes. Afianzado en la primera posición, el campeón del mundo navegó en solitario y cómodamente hacía un nuevo título. La mala suerte, sin embargo, volvió a cebarse con Webber, que tuvo que abandonar a veinte vueltas del final por problemas en el alternador.
Sin el australiano en pista, la lucha por el podio la protagonizaron Raikkonen, Rosberg, Hamilton y Massa. El brasileño, junto a Alonso, luchaba a brazo partido por conseguir mantener el segundo puesto de Ferrari en la clasificación de constructores, pero Mercedes GP acabó adelantando y llevándose el subcampeonato.
El podio, finalmente, fue para Rosberg y Grosjean, que aguantó 45 vueltas sin cambiar los neumáticos. Y, al margen de toda lucha, Vettel disfrutó plácidamente de su paso por línea de meta y de la bandera de cuadros que le vuelve a colocar la corona de campeón del mundo. Un nuevo éxito del impasible germano y de la escudería austríaca, dueños absolutos, un año más, de la Fórmula 1.