Fiorella Milla-León va soltando nombres, como quien cita un directorio de negocios. Nextel, dice, y sigue con Pardos Chicken, Bravo Restobar y Atento de Telefónica del Perú. En un ejercicio de memoria continua se remonta a nombres como el Daytona Park y Misaki.
Y así continúa, mientras dura la entrevista, tratando de hacer una línea de tiempo en su experiencia. Porque esta arquitecta ha trabajado para grandes nombres del directorio empresarial.
“Entre el manual de la empresa y tu creatividad está la clave para el espacio ideal”, explica Milla-León cuando se le pregunta cómo hace un profesional tan ligado al tema artístico para sortear las barreras de la filosofía de un cliente corporativo.
Negociar
En la práctica, algunas marcas tienen muy claro lo que quieren hacer, según la arquitecta, e incluso tienen manuales muy precisos de materiales, colores sobre los que los diseñadores de interiores locales deben trabajar.
“Siempre lo ideal es tener la mayor libertad posible, pero un cliente enterado no es el enemigo, ayuda mucho que conozca de estilos y que tenga una idea de qué es lo que quiere para su espacio”, explica Milla-León.
Lo que sí le parece decisivo a la arquitecta es encargarse del proyecto de manera integral, pues su nombre y prestigio van en ello. Y vaya que ha aprendido. Milla-León recuerda un proyecto en el que aceptó solo fungir de arquitecta y no se encargó del diseño de interiores.
“No sabes lo que fue. La casa, que quedó preciosa, la decoraron sin ningún criterio. Quedó tan mal que luché mucho para que quitaran de la web de la empresa que esa casa la hicimos nosotros. Ahora no acepto más ese tipo de proyectos”, detalla.
Reputación
Pero ¿cómo se logra un catálogo de clientes que incluye bancos, transnacionales, restaurantes gourmet, bares, tiendas de ropa y un largo etcétera?
“Con tu chamba, y no es cliché. Nosotros no hemos hecho publicidad nunca. Cuando mi socio y yo empezamos éramos solo los dos, la gente se pasó la voz luego de ver esos primeros trabajos”.
Milla-León explica cómo su primer proyecto fue el Daytona Park, hace más de una década. “Mira, creo que, para ser honesta, les gustó nuestra propuesta, pero creo que también cobramos baratísimo. Éramos recontrajóvenes, no sabíamos cuánto cobrar”, bromea la experta al recordar el proyecto.
Luego vinieron el Bravo Restobar, Nextel y Pardos Chicken.
En el caso de esta franquicia, la arquitecta vendió el concepto completo a la firma, de manera que esta puede hacer uso de su diseño en todos sus locales.
Hoy rechaza proyectos pues no se da abasto. Ha aprendido a ser selectiva y decir que no.
Cifras y datos
Sede. Su estudio se encargó de diseñar la sede de la división “Atento” de Telefónica del Perú en la avenida Argentina. Fueron 12 mil m2 trabajados.
Corporativo. También diseñaron las oficinas del proyecto Wayra para Telefónica del Perú. Ahí pudo volcar mucha creatividad.
Banca. Su estudio es responsable del cambio de imagen de las oficinas de un banco local. Ya hay una oficina remodelada en Lima.