Jueves, 26 de Diciembre del 2024
Moscú, set. 04 . El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció hoy que la relación con Estados Unidos “no es un camino de rosas”, sino una labor complicada que requiere de paciencia y búsqueda conjunta de soluciones.
“Entendemos que la postura de Rusia hacia algunos temas suscita cierta irritación en la administración estadounidense. ¿Qué le vamos a hacer? No estaría mal que, en vez de irritarnos, nos armásemos de paciencia juntos para buscar soluciones”, declaró expresó.
Durante una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa Canal 1, recogida por la agencia Ria Novosti, el presidente ruso sostuvo que la relación entre Moscú y Washington “no es un camino de rosas”, sino que “es una labor complicada, ardua”.
Agregó que confía en conversar con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el transcurso de la cumbre del G-20 que se va a desarrollar este fin de semana en San Petersburgo.
“Hay numerosos asuntos que nos ocupábamos y que quisiéramos resolver, como la agenda del desarme, el desarrollo de la economía mundial, las cuestiones relacionadas con Corea del Norte e Irán y muchos otros temas”, mencionó.
Calificó a Obama de “muy buen interlocutor” al reconocer que las conversaciones con él “tienen un carácter muy constructivo, muy concreto y bastante sincero”. “Para mí es interesante trabajar con él”, confesó.
Le parece absolutamente normal que Barack Obama, durante su estancia en San Petersburgo, quiera entrevistarse con activistas de diversas ONG, entre ellas las que representan a la comunidad LGBT de Rusia.
“Es práctica habitual para la diplomacia estadounidense demostrar su apoyo a la sociedad civil. No veo nada malo en ello, al contrario, lo celebramos”, comentó.
En agosto pasado, Barack Obama pospuso indefinidamente su visita a Moscú, prevista originalmente para este setiembre, por “falta de progreso” en una serie de temas.
Recordó que Washington y Moscú mantienen últimamente discrepancias sobre diversos asuntos como la crisis en Siria, los derechos humanos y el caso Snowden, y sugirió “tomarse una pausa, revaluar en qué dirección Rusia está avanzando (…) y recalibrar la relación”.
