Domingo, 12 de Mayo del 2024 
Ginebra, set. 03 . La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó que hay dos millones de sirios que han huido de su país debido a la guerra interna, número que va en aumento conforme transcurren los días, de acuerdo a un reporte de CNN en Español.
El reporte revela que cada 15 segundos, un ciudadano sirio se convierte en refugiado, aumentando la cifra que el año pasado fue de 230 mil 671 personas.
“Mujeres, niños y hombres se desbordan por las fronteras a menudo con poco más que la ropa que llevan puesta”, precisó la Acnur.
El aumento de casi 1.8 millones de personas durante los últimos 12 meses es una tendencia “alarmante”, según la agencia, cuyo informe advirtió que “no hay señal de salida de este final trágico”.
Lo más grave es que más de la mitad de los dos millones de refugiados sirios son niños de 17 años o menos.
La ONU dijo que más de 100 mil personas —entre ellos muchos civiles— han muerto en Siria desde que comenzó la guerra civil en 2011.
“Siria se ha convertido en la gran tragedia de este siglo, una calamidad humanitaria vergonzosa con el sufrimiento y el desplazamiento sin precedentes en la historia reciente”, dijo Antonio Guterres, un alto comisionado de la ONU para los refugiados.
Y hay noticias más sombrías: otros 4,25 millones de personas están desplazadas dentro de Siria, dijo la Acnur, lo que significa más de seis millones de personas expulsadas de sus hogares en el país. “Más sirios se desplazan a la fuerza que en otros países”, remarcó.
La mayoría de los refugiados que salen de Siria terminan quedándose en los países de la región. Eso supone una fuerte presión sobre la infraestructura, la economía y la sociedad de los países que los acogen.
Los cuatro mayores receptores de sirios registrados como refugiados o en espera de registro son Líbano con 716 mil personas, Jordania con 515 mil personas, Turquía con 460 mil personas, e Iraq con 168 mil personas.
Los ministros del gobierno de esos cuatro países se reunirán este miércoles con la Acnur en Ginebra, en un esfuerzo por generar un mayor apoyo internacional para hacer frente al éxodo de refugiados.
