Juan Flores no va a pasar a la historia del fútbol peruano por haber sido uno de los mejores arqueros, tampoco por haber impuesto un récord defendiendo la casaquilla nacional, ni por haber mantenido su valla invicta por un número considerable de partidos disputados. No, Juan Flores va a pasar a la historia por haber sido protagonista de los mejores bloopers del fútbol local. Comenzó como un hecho aleatorio, luego se fue volviendo costumbre, hasta que finalmente se convirtió en una marca distintiva. Podemos asegurar, pues, que estamos ante un blupero profesional.
Los bloopers de Juan Flores no solo sorprenden por la cantidad, sino por la variedad y calidad; valgan verdades, no pocos de ellos son de antología. De los nueve que verán en el vídeo, cuatro son espontáneos, es decir, errores no forzados: rechazo del balón hacia su propio arco, pelota que se le escurre de las manos, salida mal calculada del arco que le impide rechazar con firmeza, etc.
Uno de los bloopers no califica como tal; es un foul descalificador. Si lo vemos como un blooper es porque el rol protagónico lo encarna Juan Flores. Con otro actor no dudaríamos en exigir que se vaya a la cárcel por mezclar el kick boxing con el fútbol.
Otro de los bloopers no lleva la firma exclusiva de Juan Flores; es más bien un blooper compartido. Se podría decir que es la quintaesencia del fútbol peruano actual. Juan cae al suelo de dolor y deja la pelota a un costado; un compañero se acerca al balón y trata de despejarla, pero se aproxima un delantero del equipo contrario y patea la pelota. Esta choca con el defensa e ingresa al arco. Piero Alva, autor del tanto, ha sacado provecho de la oportunidad que se le presentó. Su sequía de goles en el campeonato no le permitió pensar ni remotamente en el FairPlay. El árbitro considera que el gol es legítimo y lo valida. Juan apela al FairPlay. Aun cuando no lo practica, Juan exige que se imponga el juego limpio.
En cambio, tres bloopers llevan la impronta de Juan Flores. Ignoramos cuál es el móvil que le compele a generar jugadas destinadas a convertirse en bloopers de grandes dimensiones. ¿Incapacidad para reconocer sus limitaciones? ¿Afán de probar que domina los pies igual que sus manos? ¿Proclividad por subestimar al adversario de turno? En uno de los bloopers, Juan toma el control de la pelota y sale jugando, a pesar de que muy cerca merodea un delantero del bando contrario. El delantero disputa la pelota con Juan y se la quita, patea al arco, pero su remate choca en el palo. Sin duda se trata de otro blooper. En otra jugada Juan sale fuera de su área para impedir que delantero rival coja el balón. Juan le gana en velocidad y controla el balón, pero luego da un pase largo a otro jugador del equipo rival, quien al ver el arco desguarnecido, patea y convierte el gol. El tercero de esta serie es sin duda el mejor, quizás su obra maestra. Juan tiene al frente a un delantero muy hábil, como es Irven Ávila, pero eso no lo intimida y decide burlarse pateando no al balón sino al aire. Luego se agacha para cogerlo y lo agarra pero sin fuerza; con suma picardía, el delantero celeste se lo roba de las manos, se dirige al arco y convierte el gol.
El vídeo cuenta con un valor agregado, las declaraciones del propio jugador, quien si bien acepta la responsabilidad de sus yerros, no da explicaciones ni mucho menos disculpas. Se trata, pues, de una autentificación de sus bloopers.
POR: RVP
Lea el último diálogo entre Juan “Chiquito” Flores y el presidente del club Unión Comercio, Freddy Chávez Ríos
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