Lima.- Desde tempranas horas, cientos de fieles hacen largas colas para visitar el Santuario de Santa Rosa de Lima, situado en la primera cuadra de la Avenida Tacna, y depositar, como es tradición, sus cartas en el denominado Pozo de los deseos.
La garúa que se registra en la capital no es impedimento para que adultos, ancianos, niños, y personas enfermas lleguen hasta el recinto para participar de las celebraciones por el día de la patrona de Perú, América y las Filipinas.
En el famoso pozo de los deseos, el cual tiene una profundidad de 19 metros, los devotos arrojan sus misivas para pedir, sobre todo, por su salud, así como bienestar familiar y laboral.
Una devota, proveniente de la capital, visiblemente emocionada reveló que sus plegarias están orientadas a pedir porque su hermano pueda salir pronto de la cárcel.
El pozo se encuentra a un lado del jardín de rosas ubicado en el interior de la casa donde vivió la santa prácticamente sus 31 años de vida. La historia cuenta que Rosa de Lima arrojó en el pozo la llave del candado de una cadena que se puso en la cintura para hacer perpetua la penitencia por los pecadores.
Otro de los atractivos del lugar es la ermita de Santa Rosa donde los niños, que son los más entusiastas, arrojan monedas como ofrenda para el convento, mientras que en la efigie de Santa Rosa los fieles le rinden homenaje con rosas y plegarias.
Las personas que no puedan acudir al santuario de Santa Rosa de Lima a depositar sus cartas también tienen la posibilidad de hacer sus peticiones vía Internet gracias a la apertura de un correo electrónico para tal fin.
A través del correo electrónico rosadelima.peru@hotmail.com, los fieles devotos
podrán formular sus súplicas. Esta medida se suma a la iniciativa que el Arzobispado de Lima ha lanzado años atrás mediante su correo aún vigente santarosa.correo@gmail.com.
Estas instituciones se encargarán de imprimir las cartas y depositarlas en el histórico pozo, informaron voceros del convento ubicado en el Centro de Lima.
En tanto, alrededor de 500 miembros del serenazgo de Lima brindan seguridad dentro y fuera del recinto religioso.