Primera individual del joven escultor egresado de Corriente Alterna, quien plantea un discurso reflexivo que evidencia el gran divorcio existente entre los modos de vida actuales y el ecosistema que habitamos. El soporte elegido es la instalación realizada a partir de objetos recolectados en las playas.
Mathías Michelsen reflexiona desde el arte sobre el vínculo perdido entre el ser humano y la naturaleza, sus obras debaten sobre el intento de la madre tierra por defenderse -de manera silenciosa- de las agresiones o descuidos de nuestra parte; se trata de una visión que no es del todo apocalíptica, sino más reflexiva, alternativa, poética; incluso religiosa, en un sentido muy amplio. Un discurso que desde hace años rescata literal y metafóricamente los elementos desechados por todos para ser re-significados con nuevos sentidos… Nuevas vidas.
Michelsen no plantea la extinción de la naturaleza, sino más bien predice un final sólo como identidad y propone un cambio alternativo, comienzos nuevos, la trasmutación más que la desaparición, el advenimiento de una nueva naturaleza, pero de manera incierta, inquietante e insospechada, desde los residuos terminales.
De esta manera, los deshechos y la basura, los productos que normalmente eliminamos de nuestras vidas pero sobre todo de nuestras miradas, cobran un inusual protagonismo donde lo no deseado y -por lo tanto- olvidado es recuperado. El residuo se recicla en ready-mades, ensamblajes, instalaciones, fotografías, paisajes nuevos.
Desde el arte, el artista nos lleva del fin a otro tipo de comienzos, otras vidas. Los vertederos, cementerios sanitarios, ya no remiten al olvido, son lugares de memoria donde se descubre incluso una belleza sutil. La mirada de Michelsen nos brindará una reinvención de la biota como mecanismo de supervivencia, la resurrección a través del cambio distinto, la conversión extraña. Una naturaleza que se resiste a morir y opta por reciclarse desde las rendijas, antes que perecer, utiliza estrategias de defensa aquí señaladas desde los primeros atisbos de una madre tierra reinventada por ella misma, y por el arte.