Washington (EFE).- La decisión del presidente de EE.UU, Barack Obama, de anular una reunión bilateral con su homólogo ruso, Vladímir Putin, es una señal de frustración por el caso de Edward Snowden, pero sobre todo una muestra de que Washington ha perdido las ganas de avanzar en una relación cada vez más débil con Moscú.
Según expertos y analistas, era previsible que Obama respondiera a la concesión de asilo temporal de Rusia a Snowden, un exanalista de la CIA buscado por EE.UU, con la cancelación de la reunión bilateral que tenía previsto mantener con Putin después de la cumbre del G20 en San Petersburgo (Rusia) en septiembre.
Pero, más allá de ser una mera represalia por el caso particular de Snowden, la medida “marca el fin formal de la política de reinicio (‘reset’) impulsada por el presidente Obama” hacia Rusia, en palabras del director del Centro Carnegie Moscú, Dmitri Trenin.
“El caso de Edward Snowden no es la razón por la que se ha cancelado la cumbre. Como mucho, es un pretexto”, escribió Trenin en la web del centro.
“El fracaso a la hora de alcanzar cualquier progreso relacionado con Siria es un síntoma mucho más serio de lo que no funciona en las relaciones entre EE.UU. y Rusia. Pero la verdadera razón es la política interna estadounidense”, añadió Trenin.
Cuando Obama llegó al poder en 2009, se propuso pulsar el botón de “reinicio” en una relación con Rusia que había tocado fondo, y encontró en el hoy expresidente Dmitri Mevdévev un aliado afín para esa tarea, en un periodo que dio sus frutos, como la firma del nuevo tratado START de desarme nuclear.
No obstante, el regreso de Putin a la presidencia en 2012 dificultó la relación, particularmente ante las presiones en Estados Unidos para que Obama respondiera a la represión de la oposición rusa y los activistas de derechos humanos.
“Al adoptar medidas represivas en su país, Putin ha ido perdiendo atractivo como aliado internacional. Relacionarse con él es un lastre político en Estados Unidos”, indicó Steven Pifer, experto en Rusia y EE.UU, en la página web del centro de estudios Brookings.
Decepción en Moscú
El Kremlin se mostró decepcionado por la decisión de la Casa Blanca de anular la visita prevista en septiembre del presidente Barack Obama a Moscú debido a la concesión de asilo en Rusia a Edward Snowden y señaló que el problema relacionado con el excontratista de la CIA no lo creó Moscú.
“Estamos decepcionados con la decisión de la administración estadounidense de anular la visita que estaba prevista a Moscú del presidente Obama para principios de septiembre”, dijo Yuri Ushakov, consejero del presidente ruso, Vladímir Putin, a los periodistas.
En respuesta a la que constituye la primera consecuencia directa para las relaciones ruso-estadounidenses del “caso Snowden”, el asesor de Putin incidió en que el problema en torno al fugitivo no lo ha creado Moscú.