Damasco, ago. 26 . Fuego de francotiradores hizo blanco en un vehículo utilizado por el equipo de inspectores de armas de la ONU, que están en Siria para investigar un supuesto ataque con armas químicas ocurrido la semana pasada, informó este lunes la organización, reportó la cadena CNN.
El equipo “regresó de forma segura a un punto de control del gobierno”, indicó la ONU en un comunicado. El equipo reemplazará su vehículo y regresará al área, agregó.
El grupo de la ONU estaba en camino a inspeccionar la escena de un supuesto ataque químico ocurrido la semana pasada en un suburbio de la capital, Damasco, luego de que este domingo el gobierno sirio garantizó el acceso total a los inspectores.
El gobierno refirió que detendría todas las hostilidades mientras los inspectores de la ONU se encontraran sobre el terreno.
Un grupo opositor, la Coalición Nacional Siria, también afirmó la semana pasada que la oposición garantizaría la seguridad de cualquier personal de la ONU que revisara el área.
El gobierno sirio acusó a “terroristas” de disparar contra los inspectores, según un reporte de la televisión estatal de ese país.
Naciones Unidas no ha dicho quién podría estar detrás de los disparos, que ocurrieron luego de una explosión cerca del sitio que el equipo de la ONU planea visitar. Algunos testigos dijeron que fue causada por artillería, quizá un mortero.
El vehículo “fue atacado deliberadamente varias veces por francotiradores no identificados”, anotó la ONU en su comunicado, que pidió a ambos bandos “cooperar para que el grupo pudiera realizar su importante trabajo”.
En tanto, el presidente sirio, Bashar al Asad, negó durante una entrevista con un diario ruso que su ejército tuviera algo que ver con el uso de gas venenoso.
“La zona del ataque es contigua a las posiciones del Ejército sirio, así que, ¿cómo es posible que un país usaría armas químicas en una zona donde se encuentran sus propias fuerzas?”, dijo este lunes el presidente sirio en una entrevista con el periódico ruso Izvestia.
Al Asad acusó a Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia de explotar el incidente al tratar de verificar las denuncias rebeldes en lugar de examinar los hechos.