Vértigo (en España), De entre los muertos (en Hispanoamérica) o Vertigo (título original) es una película de suspense, cine negro y melodrama1 dirigida por Alfred Hitchcock y estrenada en 1958. Un detective retirado aquejado de acrofobia o vértigo es contratado por un viejo amigo para que vigile discretamente su esposa quien dice estar poseída por un espíritu. Es una de las películas mejor valoradas de la cinematografía norteamericana, nominada a dos premios Óscar. En 1996 se presentó una versión restaurada de la cinta.
FICHA TÉCNICA
Dirección Alfred Hitchcock
Producción Alfred Hitchcock
Guion Pierre Boileau
Thomas Narcejac
Música Bernard Herrmann
Sonido George Dutton
Fotografía Robert Burks
Protagonistas James Stewart
Kim Novak
Barbara Bel Geddes
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Datos y cifras
País(es) Estados Unidos
Año 1958
Género suspense
cine negro
melodrama
Duración 128 min
Idioma(s) Inglés
SINOPSIS
El detective de la policía de San Francisco Scottie Ferguson sufre de vértigo y se ve comprometido a retirarse del servicio cuando un compañero cae de una cornisa al vacío, durante la persecución de un delincuente. Un día recibe una llamada de Gavin Elster, un antiguo compañero de estudios y le contrata para vigilar discretamente a su esposa Madeleine.
Su bella mujer sufre de melancolía y parece estar poseída por el espíritu de su bisabuela, Carlota Valdés, muerta cien años antes, con ánimo de matarla. Scott la sigue y observa por distintos lugares de la ciudad: tiendas, cementerios, hoteles, museos, mientras empieza a investigar la trágica historia de Carlota. Aunque intenta impedir un intento de suicidio, finalmente no puede evitar que Madeleine se arroje desde la torre de un campanario y muera. Descubre que estaba realmente enamorado de Madeleine y cae en un estado de shock fuerte.
Tiempo después se cruza en la calle con Judy Barton, una mujer corriente y la asocia a Madeleine. Decidido a recuperar su amor perdido, se hace amigo suyo y va intentando transformarla en su recuerdo, obligándola a vestirse e incluso moverse como ella.
CRÍTICA
“Vértigo es una gran historia de amor. Tal vez la más intrincada, compleja y devastadora que haya dado el cine. Y la más alejada del canon de Hollywood. Es un melodrama mórbido que desconcierta y sorprende, y que empieza como una típica historia de suspenso: un detective recibe el encargo de seguir a una misteriosa mujer, presa de impulsos suicidas. Pero la pesquisa se convierte en un recorrido por las zonas más ominosas del deseo. La anécdota criminal se abre a un juego de apariencias, simulacros y espectros: un sonámbulo intenta recrear, cual Pigmalión, a una mujer ideal, pero tomando como modelo a una muerta. El fetichismo y la necrofilia se convierten en motores de la acción” (Ricardo Bedoya).