Sábado, 2 de Noviembre del 2024
Superando grandemente las expectativas, la Primera Ultramaratón “Desert Challenge” que se realizó en el país y en un Área Natural Protegida culminó con una jornada de emoción, sudor y lágrimas de más de una centena de competidores nacionales y extranjeros que arribaron a la Reserva Nacional de Paracas del SERNANP para vivir esta experiencia insuperable.
Es así que, Perú 8 mil, organizador de la competencia, reunió a los mejores atletas extremos del Perú y de doce nacionalidades diferentes (Chile, Ecuador, Brasil, Bélgica, entre otros) para vivir esta fiesta de las carreras de aventura, que en esta ocasión se realzó de manera especial por haber contado con el apoyo de los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado-SERNANP, quienes aseguraron que la ultramaratón se realice de la mejor manera sin afectar la biodiversidad y ecosistemas de la Reserva.
Este exitoso trabajo en conjunto se consiguió gracias al convenio firmado por Perú 8 mil y el SERNANP, marcándose con el Desert Challenge Paracas un hito que marcó un gran precedente para las próximas competencias de deporte de aventura que se realizarán en ANP. De esta manera, no solo se intenta incentivar el turismo y la práctica de los deportes outdoors en el Perú, sino que además pone en vitrina la belleza y potencial de nuestras áreas protegidas, únicas en el mundo.
Minutos antes
Minutos antes de las 5:30 pm del 19 de julio, hora oficial de inicio de la carrera, los directores de Perú 8 mil se dirigieron a los ansiosos competidores para desearles éxitos y recordarles que estaban a punto de ingresar a la Reserva Nacional de Paracas, y como tal, debían tomar especial cuidado para cuidar los ecosistemas que recorrerían.
Por su parte, el Secretario General del SERNANP, Rodolfo Valcárcel, agradeció el compromiso demostrado por los organizadores en el desarrollo de la competencia y demostró las ganas, interés y predisposición de la institución para continuar realizando este tipo de eventos en ANP.
En sus marcas…
Un silbato dio inicio a la carrera, que partió de la Zona Reservada Laguna de Huacachina, y los aplausos y gritos de aliento de las barras de los diferentes equipos y atletas acompañaron en todo momento. Sin duda alguna, esta iba a ser un desafío extremo ya que desde el primer tramo, los competidores debieron subir una duna bastante empinada, el primer desafío de los 100 kilómetros que aún esperaban.
Llegada la noche y con una oscuridad alumbrada solo por la luz de la luna y las señalizaciones colocadas por los organizadores, los competidores continuaron su recorrido a paso ligero hasta llegar al primer campamento ubicado en el kilómetro 27. Ahí uno a uno fueron atendidos por un equipo de médicos para asegurar su estabilidad física para continuar en carrera. Los guardaparques de la Reserva Nacional de Paracas estuvieron presentes en el campamento para auxiliar ante cualquier emergencia y para supervisar que todo se realice sin impactar al ANP.
Unos pocos tuvieron que abandonar la carrera por motivos físicos, pero el mayor porcentaje continuó decidido a llegar a la meta, sin importar la inclemencia del frio del desierto de Paracas o lo duro del terreno.
Horas después, la llegada de los primeros corredores al segundo campamento indicaba que los primeros en llegar a la meta lo harían al amanecer, mientras que los demás podrían hacerlo hasta horas de la tarde, ya que esta carrera fue prevista con una duración de 24 horas. ¡Todo un reto!
Los competidores nacionales dieron gala de su buen estado físico y las ganas de querer darle al país el triunfo, lo que se logró con el primer puesto en la categoría individual femenino con Lidia Coloma, el primer puesto en la categoría equipos y primer puesto en la categoría individual masculino con Manuelito Figueroa, empatado por el chileno Nelson Sepúlveda.
En búsqueda de nuevos desafíos
El éxito de esta primera ultramaratón en áreas naturales protegidas asegura que Perú 8 mil de mano con el SERNANP continuará abriendo espacios para que cada vez más atletas peruanos y extranjeros puedan disfrutar de este tipo de deportes extremos en armonía con nuestro patrimonio natural. ¡Deporte y ANP son vida!
