Lunes, 23 de Diciembre del 2024
Bagdad, jul. 12 . Unas 62 personas murieron y 139 resultaron heridos en una ola de violencia desatada en las últimas horas en Irak, informó hoy el Ministerio del Interior.
Uno de los más letales ataques se registró en la víspera contra efectivos del Ejército en tareas de protección de instalaciones petroleras en la carretera que une a las ciudades norteñas de Haditha y Baiji, atacados por desconocidos armados a los que se supone ligados a la organización Estados Islámico de Irak, vinculada a la red terrorista Al Qaeda.
En otra acción una decena de personas perdieron la vida por el estallido en la localidad de Yatrib de dos cargas explosivas disimuladas en sendos automóviles, detonadas a distancia, que además causaron heridas a 18 civiles, según la fuente.
Una cantidad similar de víctimas fatales y 32 lesionados causó un hombre que detonó la carga que llevaba adherida al cuerpo en medio de los deudos asistentes a un funeral en Muqdadiyah, una aldea al noreste de esta capital, donde también estalló una carga explosiva colocada dentro de un auto.
La mayoría de los fallecidos son civiles de la comunidad musulmana chiíta, a la que pertenece el primer ministro Nuri al Maliki, acusado por la comunidad sunita de marginarlos del poder, lo que ha dado paso a una reedición del conflicto confesional de mediados de la década pasada.
En la ciudad de Tikrit, al norte, de la cual era oriundo el derrocado expresidente Saddam Hussein, tres soldados murieron y una decena sufrieron heridas cuando un vehículo cargado de explosivos se proyecto contra un convoy militar, de acuerdo al recuento oficial.
Este viernes, segundo día del Ramadán, mes sagrado islámico del ayuno, varios ataques contra fuerzas policiales dejaron 28 muertos y 79 heridos en la provincia occidental de Anbar y en las septentrionales de Salahedin, Kirkuk y Nínive.
Según las estadísticas oficiosas en lo que va de este año más de dos mil 500 personas, en su mayoría civiles de la comunidad chiíta, han muerto por la violencia en este país, donde funcionarios de la ONU han expresado temores de que se encamine a una guerra civil.
