El Gasoducto del Sur, proyecto energético y petroquímico de US$11,500 millones, está cada vez más lejos de poder concretarse durante este gobierno por demoras en su licitación, temores de suministro de gas, y hasta la amenaza de presencia terrorista.
La licitación del gasoducto de unos US$4,000 millones, proyectado desde los yacimientos de los Andes hasta la región Moquegua, será recién adjudicada a fines de este año o el próximo.
Y la empresa brasileña Braskem, que planifica desde hace un par de años la construcción de una petroquímica de US$3,500 millones, todavía no sabe exactamente dónde levantaría la planta.
“El proyecto jamás va a llegar para el 2016. No hay forma de que llegue”, informó una fuente del Gobierno a la agencia Reuters. “Cualquiera de estas cosas toma cinco años en desarrollarse”, enfatizó.