1- Los genealogistas afirman que el bebé tendrá un vínculo lejano con Drácula, el príncipe del siglo XVI que inspiró el célebre vampiro de Bram Stoker. También estaría relacionado, a través de su árbol genealógico, con un sultán musulmán que sería un descendiente del profeta Mahoma.
2- Finlandia ofreció a William y a Kate una “caja de urgencia para recién nacidos”, que todas las mujeres embarazadas reciben en este país y que incluye ropa para bebés, brasieres especiales para lactancia y preservativos.
3- Una antigua costumbre obligaba a autentificar los nacimientos reales con la presencia del ministro del Interior, pero la medida fue abandonada en 1936.
4- El bebé real no tiene obligación de llevar apellido, pero si Kate y William deciden darle uno, podrán elegir entre Mountbatten-Windsor, Gales o Cambridge.
5- Cuando nazca el bebé, monumentos y parajes naturales del mundo entero, como las cataratas de Niágara, en la frontera entre Canadá y los Estados Unidos, la torre nacional de Canadá en Toronto o las fuentes de Trafalgar Square en Londres se iluminarán de rosa o de azul en función de su sexo.
6- Los periodistas han acampado durante tres semanas frente el hospital londinense donde Kate dará a luz. Pero no siempre las cosas fueron tan lentas. En 1982, cuando nació William, su madre, la princesa Diana, dio a luz diez días antes del 1º de julio, la fecha de nacimiento que había sido comunicada a los medios de comunicación.
7- Las casas de apuestas ofrecen todo tipo de posturas sobre el bebé, desde el día de su nacimiento, hasta el color de su pelo, pasando por supuesto por su sexo y su nombre. Los nombres más populares entre los apostadores son Alexandra y George.
8- Antes incluso de nacer, el bebé disponía ya de su página en Wikipedia bajo el nombre del “hijo del duque y la duquesa de Cambridge”.
9- La ex primera ministra australiana, Julia Gillard, tejió una mochila portabebés de punto.
10- Si es niño, la superestrella del fútbol David Beckham sugirió a los futuros padres llamar al pequeño David, como él.