New York, may. 23 . La subsecretaria general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, denunció que 300.000 personas han debido que abandonar sus hogares debido al nuevo brote de violencia en la región de Darfur, al oeste de Sudán.
“Aquí, bajo el ardiente sol del verano, los residentes en Darfur no tiene casi nada. Todavía tienen que caminar para coger agua”, dijo durante la visita que realizó a la localidad de El Fasher, Dafur Norte.
Indicó que las agencias humanitarias están haciendo “lo posible” por acceder a los afectados por la violencia.
Amos ha señalado que las 300 mil personas es una cifra superior a la suma de los desplazamientos forzosos que se han producido en los últimos tres años en esta región sudanesa.
Asimismo, informó que se están haciendo esfuerzo para llevar comida a los desplazados “cuanto antes”.
En el campamento de refugiados de El Fasher viven unas 18 mil personas procedentes de Labado, Darfur Este.
Las fuerzas gubernamentales siguen enfrentándose a los rebeldes y los grupos rivales y según cifras oficiales los choques han aumentado desde el pasado mes de enero.
De acuerdo a Naciones Unidas el conflicto en Darfur ha acabado con la vida de 300.000 personas y ha obligado a abandonar sus hogares a 130.000.
El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha acusado al presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir, y a varios de sus ministros de crímenes de guerra por estos hechos, destacó Europapress.